Investigadores del Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Granada (LabIC.UGR) junto con la Universidad de Bolonia (Italia) han encontrado una nueva forma de hacer la revolución ambiental, ya que han hallado la manera de convertir las colillas de los cigarrillos con filtro (de cualquier tipo de cigarro, pero especialmente de los electrónicos, ya que contienen una mayor cantidad de fibra aprovechable) en asfalto.
En un comunicado, señalan que los investigadores se encargaron del diseño y fabricación de diferentes tipologías de pellets a partir de las colillas de cigarrillos para poder demostrar «la viabilidad de incorporar estos residuos para mejorar la resistencia a fisuración de los pavimentos de carreteras y la reutilización de mayores tasas de material reciclado».
Concretamente, los investigadores señalan que se utilizó toda la colilla excepto la parte final donde hay cenizas orgánicas, con el resto de la colilla, que casi está solo compuesta por celulosa y plástico, la trituraron y mezclaron con una cera tipo Fischer-Tropsch para luego prensarlo y tratarlo para generar correctamente el pellet.
Los investigadores explican que cuando estos pellets entran en contacto con el betún caliente para fabricar el asfalto se funde la cera y se liberan las fibras de celulosa y plástico recicladas, unos materiales que actúan como refuerzo «dentro de la matriz asfáltica incrementando su resistencia a la fisuración, pero también como retenedor del ligante, lo que permite incrementar su contenido haciendo el material más dúctil y flexible. Además, la presencia de las ceras permitiría modificar la viscosidad del betún y reducir la temperatura de fabricación de la mezcla, con lo que se reducen los consumos energéticos y las emisiones de gases contaminantes». Es decir, su utilización permitiría fabricar un asfalto con materiales reciclados y que tendría una mayor resistencia que los asfaltos convencionales.

El tabaco afecta la salud incluso después de dejarlo
Un estudio publicado en la revista Nature ha revelado que el consumo de tabaco puede ser perjudicial para el sistema inmunitario incluso años después de que la persona haya dejado de fumar. Estos efectos son diversos, ya que el consumo de tabaco puede estar asociado a una reducción de la capacidad respiratoria o al aumento de posibilidades de padecer cáncer.