Para limitar el calentamiento global a 1,5 °C y frenar el cambio climático, tendríamos que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero siete veces más rápido del que lo estamos haciendo ahora mismo. Esta es una de las conclusiones principales del informe Net Zero Economy Index 2023 de PwC, que apunta que el mundo está quedando muy por debajo del que haría falta para cumplir el objetivos marcados por los Acuerdos de París.
En concreto, la última edición de este documento anual apunta que haría falta una tasa de descarbonización del 17,2% de media anual para conseguir cumplir los objetivos, en comparación al 15,2% a que se llegó el año pasado. Así, haría falta una reducción siete golpes superior a la del año anterior (2,5%) y 12 golpes más rápida que la media mundial de las dos últimas décadas que es de un 1,4%.

Cao economía del G-20 ha superado el 11% anual de descarbonización desde el año 2000
Para ponerlo en términos comprensibles, desde el año 2000 ninguno de las 20 economías más desarrolladas del mundo ha conseguido una tasa de descarbonización superior al 11% en un año, con el récord marcado por el Reino Unido el 2014, llegando a un 10,9%. El índice, además, muestra las diferencias entre las ambiciones estatales ante el cambio climático y los progresos que se están haciendo. El 2022, por ejemplo, la intensidad de carbono del estado español –emisiones por unidad de PIB– aumentaron un 1,18% mientras que, al mundo, se redujeron un 2,5%. Las cifras del Estado en este sentido están por debajo de la media mundial –123tCO2/$mPIB contra 240tCO2/$mPIB– pero son un poco peores que la media de la Unión Europea –116tCO2/$mPIB–. Así, por ejemplo, el Reino Unido, Francia o Italia tienen intensidades de emisions menores.
El responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático de PwC, Pablo Bascones, explica en un comunicado que el hecho que el mundo necesite descarbonitzar-se siete veces más rápido «nos recuerda que tenemos que actuar de manera urgente si volamos asolir una economía neutro en carbono». Además también recuerda que, a pesar de que el estado español está en una buena posición respeto la media global, en los últimos dos años las cifras han empeorado mientras las del mundo miloraven.

Algunos datos para un optimismo relativo
En cualquier caso, pero, todos los países se tendrían que esforzar más para reducir las emisiones y cumplir el objetivo del Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC), que marca una disminución del 43% en 2030, es decir, una reducción de la intensidad de carbono del 78% en menos de siete años. No todos los datos, pero, son malas, puesto que el mismo estudio también muestra un repunte del uso de las energías renovables el 2022, con la fotovoltaica experimentando el crecimiento más grande de su historia (24,4%) y la eólica, un 13,1%. Un aumento que se concentra especialmente en Asia –sobre todo China–, los Estados Unidos y Europa.
Esta tendencia, pero, se tendría que reflejar en una transformación más grande de todos los sectores de la economía y las infraestructuras y un apoyo más grande para los países en vías de desarrollo porque no sigan la vía del petróleo y se dirijan directamente a ser economías verdes.