Un equipo de científicos ha anunciado que ha ideado una nueva forma de captar dióxido de carbono de la atmósfera y emmagazemar-lo en el mar. Según explican en un artículo publicado a ‘Science Advances’, es hasta tres veces más eficiente que los métodos que se usan actualmente, convirtiendo el CO₂ en bicarbonato sódico que se puede almacenar en agua marina de manera segura y troca. Gracias a esto, afirman, las tecnologías de retirada de carbono podrían empezar a desplegarse de manera más rápida.
Una gran esperanza contra el cambio climático
Capturar el dióxido de carbono de la atmósfera para hacer bajar las concentraciones, causantes de el calentamiento global, es una opción que ha ido tomando bastante con los años, con el desarrollo de técnicas para hacerlo que pueden contribuir a luchar contra el cambio climático, junto con la imprescindible reducción de emisiones.

Entre los ejemplos más conocidos hay el de la empresa Climeworks, que ya retira carbono y vende certificados para compensar emisiones y que tiene grandes empresas como Microsoft y Spotify entre el suyos clientes. El coste de estas tecnologías, pero, es uno de sus grandes inconvenientes, puesto que las máquinas empleadas a día de hoy necesitan muchísima energía.
Aquí es donde entra este nuevo método, que usa productos químicos sencillos y que, según sus creadores, puede permitir capturar carbono de una manera mucho más eficiente y troca. Usando una versión modificada de técnicas que se usan para tratar el agua, han creado un material híbrido que puede absorber hasta tres golpes más CO2 que los sistemas actuales, logrando grandes ratios de carbono con muy poco material.

Una oportunidad para acelerar el despliegue
Si bien esta técnica se encuentra al abecé, supone una gran oportunidad para revolucionar la captura de carbono y convertirla en una industria muy lucrativa y muy eficiente, que se pueda desplegar a gran escala. Además, tiene la ventaja que soluciona fácilmente uno de los grandes problemas de este sector, qué hacer con el CO₂ una vez capturada. Añadiendo algunos productos químicos, este se puede convertir en bicarbonato, que se puede almacenar en el mar de manera sencilla. Todo ello, además, a un coste total de menos de 100$ por tonelada.
Sus desarrolladores, ahora, quieren crear una empresa para empezar a desarrollar esta tecnología para que acontezca una realidad lo más bien posible, poniéndola a disposición de países más pequeños y más pobres que, hasta ahora, tenían este tipo de proyectos fuera de su alcance.