Las masas de hielo de Grenlàndia están a punto de llegar al límite a causa de la subida de las temperaturas, pero si se limitan bastante las emisiones todavía se pueden evitar los peores escenarios que han previsto los científicos. Esto afirma un nuevo estudio publicado en la revista ‘Nature’ que subraya por enésima vez la importancia de limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales o bien de volver y reducirlo lo más rápidamente posible en caso de que se supere.
Uno de los grandes puntos de inflexión climáticos
Las barreras de hielo de Grenlàndia son uno de los puntos de inflexión climáticos con que trabajan los investigadores, y es por eso que esta investigación es a la vez una alarma y una brizna de esperanza, puesto que la situación es grave pero todavía se pueden evitar las peores consecuencias del cambio climático. Según afirma, el punto crítico de estas masas de hielo son entre los 1,7 °C y los 2,3 °C de calentamiento global, y una vez superados tendríamos aproximadamente un siglo para evitar que se entrara en un bucle que intensificara la fusión.

Una subida de 7 metros del nivel del mar que se podría evitar
Así, si bien cruzar esta barrera significaría varios metros de subida del nivel del mar, todavía sería posible estabilizar las barreras de hielo para impedir que se fundieran del todo, puesto que los cambios son muy lentos. Si no se consiguiera y se produjera el peor, el nivel de las aguas subiría unola media de 7 metros, causando afectaciones catastróficas a muchos lugares del mundo, canvint las costas del planeta durante los próximos siglos.
Si se cumplieran los objetivos más ambiciosos de los líderes mundiales, el mundo llegaría a superar los 1,5 °C de calentamiento global pero, después, se enfriaría un poco y se estabilizaría alrededor de esta cifra. En el estudio se muestra qué pasaría en un escenario como este. Actualmente está en un estadio de declive continuado desde 1998, liberando cantidades enormes de agua de manera constante.
De hecho, más del 20% de la subida del nivel del mar desde 2002 ha sido causado por la fusión del hielo de Grenlàndia. Aun así, según este estudio, todavía podemos evitar que pase el peor.