Un equipo de investigadores ha encontrado una estrategia para reducir el gran problema del uso de velas para un transporte marítimo más sostenible. En un artículo publicado en ‘Ocean Engineering’, han estudiado como compensar la aleatoriedad y la impredecibilidad de las condiciones meteorológicas, un gran riesgo para esta estrategia de reducción de emisiones en un sector que, si quiere descarbonitzar-se, necesita toda la ayuda posible.
Un sector que necesita grandes cambios
El transporte marítimo mundial supone aproximadamente el 3% de las emisiones mundiales de carbono, y el sector se encuentra en una situación delicada porque sus perspectivas de poner remedio son enormemente menos ambiciosas que al resto de la economía, incluso sobre el papel. Volver a usar las velas –ayudadas por la ingeniería actual– para reducir el uso de combustible es una opción muy estudiada pero, como pasaba tradicionalmente, las condiciones meteorológicas son un factor a menudo imprevisible.

Volver a aprender a aprovechar el viento
Es por eso que estos investigadores han calculado las emisiones de CO₂ de más de 1000 barcos zarpando a tres rutas marítimas principales. Su conclusión principal es que la combinación de las tecnologías de velas modernas con sistemas de ruta y guía más eficientes podría aumentar la seguridad de ahorrar combustible y carbono, usando una estrategia diseñada por ellos mismos. Así, además de las velas, usar la meteorología para guiar la ruta puede permitir desviarse del camino habitual para encontrar de más eficientes y con vientos más favorables.
Así pues, conociendo qué rutas son más sensibles a los cambios de la meteorología y volver a aprender a aprovechar el viento, actualizando las predicciones meteorológicas cada 12 hoes para introducir ajustamientos que permitan hacer más eficiente el trayecto, puede tener efectos muy positivos. En este estudio, de hecho, las estimaciones apuntan que usar una combinación de velas modernas y rutas eficientes puede llegar a reducir las emisiones de carbono hasta un 25%.