El estudio más grande que se ha hecho hasta ahora en este campo apunta que alimentarse con una dieta vegana tiene un tercio del impacto ambiental de hacerlo con una con mucha carne. Publicado en ‘Nature Food’, este trabajo muestra los ventajas para el medio ambiente de reducir el consumo de animales en varios ámbitos.
Un estudio con 55.000 participantes
Los investigadores analizaron los datos de la dieta de 55.000 personas y relacionaron su consumo con las emisiones de gases de efecto invernadero, uso del suelo, consumo y contaminación de la agua y pérdida de biodiversidad. La información provenía de un estudio sobre cáncer y nutrición, que siguió la dieta de todas estas personas durante 12 meses y los clasificó según si eran veganos, vegetarianos, piscitarians o consumidores bajos, moderados o altos de carne.
Resultados claros
El nuevo estudio va tener en cuenta donde y cuando se producen los alimentos, para afinar más el cálculo del impacto ambiental y mostrar con más certeza las diferencias entre las dietas. Así es como vieron que incluso la dieta vez más sostenible es preferible, cuando menos desde el punto de vista ambiental, a la dieta más sostenible que contiene carne. Según los cálculos, de hecho, la carne y los lácteos tienen, según el origen, entre 3 y 100 veces más impacto ambiental que los alimentos basados en plantas.
Solo reducir el consumo de carne ya tiene un impacto enorme
Comparando la dieta vegana con la muy alta en carne, la primera tiene un 25% del impacto en uso del suelo, un 46% en el de agua, un 27% de contaminación del agua y un 34% en cuanto a la pérdida de biodiversidad. De hecho, pero, una dieta baja en carne también tiene un impacto un 70% menor comparado con una de alta en carne, de forma que se puede hacer un gran favor al medio ambiente sin que ni siquiera haya que hacerse vegano.
