Si 2023 está siendo un año especialmente cálido, y este verano se están batiendo récords de temperatura a muchos lugares del mundo, 2024 seguramente todavía será peor, según la NASA. Según advirtieron este jueves algunos de sus expertos en clima, el fenómeno del Niño, un patrón climático natural, se continuará sumando al calentamiento global para resultar en unas temperaturas todavía más extremas que las que estamos sufriendo, por ejemplo, durante los últimos días.
Lo Niño apenas acaba de empezar
El hecho, apuntan los científicos de la NASA, es que El Niño, que es un fenómeno cíclico que resulta en temperaturas del mar en superficie superiores a las habituales y que tiene una influencia importante en la meteorología mundial, hace pocos meses que ha empezado y, por lo tanto, su impacto irá aumentando progresivamente. El calor de este verano, pues, solo habría recibido una pequeñísimo empujón del Niño, y el que estamos viendo es un calentamiento de los océanos, y prácticamente de todas partes, causado principalmente por la emisión continuada de gases de efecto invernadero.

Hay un 50% de probabilidades que el 2023 sea el año más cálido… hasta ahora
El mes de junio fue lo más cálido desde que hay registros, y varios días de julio batieron consecutivamente el récord de día más cálido de la historia. Todo ello, está claro, va sumando, y los expertos de la NASA creen que hay un 50% de probabilidades que 2023 acabe poniéndose al frente de la lista de años más cálidos… hasta que 2024 lo supere, esta vez sí, gracias a la influencia del Niño, los efectos del cual llegarán al máximo y tendrán un impacto importante en el calor que hará en todo el mundo.
El calentamiento de los océanos, un problema cada vez más grave
Los efectos del calentamiento de los océanos, además, ya sea por culpa de los gases de efecto invernadero, por El Niño o por la combinación de ambas cosas, que es el peor escenario posible, no solo afectarán las temperaturas globales. Según recuerdan desde la NASA, unas aguas más cálidas en los océanos también pueden hacer no con solo que los huracanes sean más fuertes sino, está claro, hacer aumentar el nivel del mar a causa de la fusión de los casquetes polares. Todo ello, concluyen, es una situación grave pero que, en ningún caso, se puede decir que no se hubiera previsto hace años.