El cambio climático es una realidad palpable en Cataluña, en particular, y en el planeta Tierra, en general. Las empresas deben adaptarse a esta situación, y también deben hacerlo aquellas que proveen servicios como el agua, el gas o la electricidad. Una de las muestras de los pasos que está dando el sector empresarial para luchar contra esta realidad y avanzar en la descarbonización de su actividad industrial es la inauguración de la primera red en el estado español, obra de Veolia y Enagas. En el acto de presentación de esta nueva red, en la planta de Enagas en el Puerto de Barcelona, en la avenida del Moll de l’Energia 54, han participado la consejera delegada de Veolia, Estelle Brachlianoff, el consejero delegado de Enagas, Arturo Gonzalo, la primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet y el presidente del Puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell.
Los representantes de las dos empresas, del Puerto de Barcelona y del Ayuntamiento de Barcelona han celebrado la consecución de una iniciativa pionera. José Alberto Carbonell ha destacado que la puesta en marcha de la red de frío sostenible viene de tiempo atrás, y ha querido felicitar a Enagas y Veolia, ya que esta red es «un proyecto muy singular y se ha podido culminar una idea que cuando no se hablaba tanto de cambio climático, ya existía». El acto de este lunes ha servido de presentación en sociedad del proyecto, que ya está en funcionamiento y que, como destacan desde Veolia y Enagas, permitirá recuperar 131 GWh de energía local, descarbonizada y competitiva. Una cifra que equivale al consumo anual de una ciudad como Reus, que tiene más de 100,000 habitantes.
Uno de los aspectos fundamentales de la inauguración de la red de recuperación de frío sostenible es el impacto que supone para una ciudad como Barcelona, con más de un millón y medio de habitantes, ya que esta red permitirá evitar la liberación de 32,000 toneladas de emisiones de CO₂, cifra que equivale a 110 vuelos de ida y vuelta entre Barcelona y Nueva York.

La CEO de Veolia, Estelle Brachlianoff, ha querido destacar la importancia de la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global y ha destacado que: «Desde las empresas energéticas, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar las pérdidas de energía», refiriéndose a la energía que se desprende en las plantas de GNL. Brachlianoff ha señalado que el programa estratégico GreenUp se centra en «la recuperación de calor y frío residual para la transformación ecológica». La consejera delegada también ha puesto énfasis en el hecho de que la reproductibilidad de esta solución es «una primicia mundial que abre un potencial enorme en Europa» y en el resto del mundo. «Demuestra el impacto positivo de las soluciones energéticas territoriales en la descarbonización y la competitividad de los territorios»
La importancia de Barcelona
La planta de GNL del Puerto de Barcelona es una de las más grandes del sur de Europa y precisamente esta zona del área metropolitana de Barcelona será la más beneficiada de la nueva red de frío sostenible que Veolia y Enagas han instalado. Esta energía que se recuperará se inyectará en la red de refrigeración urbana -la más grande del sur de Europa- y se verán beneficiadas más de 600 empresas que operan en esta área de la capital de Cataluña; unas empresas que dedican su actividad económica a la distribución, preparación, importación y exportación de productos frescos, una actividad que necesita mucha energía, sobre todo para mantener operativas las cámaras de refrigeración de los productos. Además de estas empresas, usarán esta energía infraestructuras como la Fira de Barcelona, las oficinas de la Generalitat de Catalunya en el Puerto de Barcelona y la Zona Franca, centros comerciales, equipamientos públicos y edificios del sector terciario, como pueden ser hoteles, centros comerciales u oficinas.
De hecho, uno de los aspectos fundamentales de la puesta en marcha de esta red de frío sostenible es el acuerdo firmado por Veolia y Enagas con Mercabarna, el mercado mayorista de alimentación de Barcelona, que se beneficiará de la producción de frío residual en los siete pabellones del mercado de frutas y verduras, el mercado del pescado y las diversas empresas de actividades complementarias del sector alimentario que operan allí. La CEO de Veolia, Estelle Brachlianoff, se ha mostrado «encantada» de este acuerdo entre las empresas y el mercado mayorista de Barcelona.

Por su parte, Arturo Gonzalo, CEO de Enagas, ha querido agradecer el papel del Ayuntamiento de Barcelona en este proyecto. Gonzalo ha interpelado directamente a Laia Bonet, primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento, presente en el acto, diciéndole: «Una vez más estáis posicionando a Barcelona como ciudad referente en las políticas de sostenibilidad».
Laia Bonet ha cerrado el turno de intervenciones y ha señalado que desde el Ayuntamiento y con el acuerdo de Enagas y Veolia se está «poniendo la innovación al servicio de una de las ciudades más sostenibles y resilientes». La primera teniente de alcaldía ha destacado que este proyecto «sitúa en el centro la innovación, la eficiencia energética, la descarbonización y la colaboración público-privada», un hecho que permite a las ciudades como Barcelona «afrontar los retos del cambio climático, unos retos que deben transformarse en generación de nuevas oportunidades». Bonet ha aprovechado su intervención para destacar hechos como la sequía o las lluvias torrenciales (mencionando la alerta de protección civil que los ciudadanos de Barcelona recibieron) como grandes muestras del cambio climático en Cataluña.
