La asociación SEO/BirdLife ha elaborado un estudio en el que alertan de una «disminución significativa» de la presencia de aves migratorias en el delta del Ebro durante la época invernal. Según los investigadores, esta disminución de aves se debe a «múltiples factores de presión», como pueden ser las alteraciones hidrológicas del río Ebro, «especialmente la reducción en el aporte de caudales y sedimentos», la «intensificación agrícola», que ejerce «presión» sobre los arrozales y provoca «un uso excesivo de agroquímicos» y «los efectos del cambio climático». Estas amenazas llevan a los investigadores a pedir que se refuercen las medidas de gestión y conservación en la zona y que haya un enfoque “integral” que permita proteger los hábitats y las especies. De las 67 especies de aves analizadas en este trabajo, 36 han experimentado un descenso poblacional.
Humedales bajo mínimos
Este estudio ha analizado todos los humedales del estado español y asegura que se encuentran en un estado «malo de preservación», ya que todos sufren de una “presión global” que afecta tanto a la extensión como a la calidad del hábitat que necesitan las aves acuáticas. Esta alerta viene de lejos, ya que en el año 2022 otro informe señalaba que el estado de conservación de los humedales de todo el estado español era «preocupante» y los investigadores señalan que este deterioro en 2 años y algo “muestra una imagen poco alentadora del trabajo desarrollado para la conservación de los humedales en España”.

De hecho, los investigadores señalan tres puntos clave de la geografía española -dos en los Países Catalanes- y alertan que hay un riesgo de colapso en el delta del Ebro, la albufera de Valencia y en Doñana, unos espacios en los cuales se aloja el 38,8% de las poblaciones de aves acuáticas invernantes; un hecho que supone que un eventual colapso conlleve graves problemas en la fauna. Estas amenazas hacen que desde SEO/BirdLife señalen que “urge” declarar las lagunas costeras como “el primer hábitat en peligro de desaparición en España”.
