Los tejones que cavan túneles bajo las vías del tren son responsables de un enorme caos ferroviario que está afectando los Países Bajos. Según informa la cadena británica BBC, estos animales y sus excavaciones subterráneas son responsables de cancelaciones de convoyes y del cierre de líneas enteras del sistema de trenes neerlandés.
Los tejones son una especie protegida
Los servicios del norte y el sur del país se están viendo afectados gravemente y algunos servicios, de hecho, estarán parados durante como mínimo una semana. En declaraciones a la cadena pública del Reino Unido, responsables del servicio ferroviario del país han afirmado que no se sabe cuando se podrá resolver el problema puesto que los tejones son una especie protegida y, por lo tanto, hay que tener cuidado en la hora de abordar este problema.
El segundo incidente en una semana
Este pasado martes, la línea entre las localidades de Den Bosch y Boxtel, en el sur del país, fue cerrada a causa de los túneles excavados por los tejones bajo las vías, y es la segunda vez en una semana que se tiene que tomar una medida como esta, según ha explicado John Voppen, CEO de prorraíl, la compañía encargada del mantenimiento de la red de transporte ferroviario neerlandés.
La actividad de estos animales ha aumentado mucho
Una inspección reciente ha mostrado que la actividad de los tejones en la hora de excavar ha aumentado mucho últimamente, cosa que supone un peligro directo para la seguridad de las vías y, por lo tanto, de los convoyes que pasan por sobre. En el caso de la línea Den Bosch – Boxtel – Eindhoven, es una ruta muy importante de conexión entre el norte y el sur del país, pero el paso de trenes de pasajeros y mercancías estará afectado, como mínimo, hasta el próximo martes.
Los operadores ferroviarios tienen que pedir permiso para molestar los tejones
No es, pero, el primer problema, puesto que a la otra banda del país, en el norte, a principios de este mes los túneles de los tejones también hicieron que los servicios de toda una línea se suspendieran, en este caso durando todo un mes. Todo ello es porque, para molestar los animales en los suyo hábitat natural y, está claro, para moverlos, los operadores ferroviarios primero tienen que pedir permiso a las autoridades.
