La construcción de un nuevo parque eólico a Aberdeenshire, Escocia, ha puesto en alerta los ecologistas escoceses por el peligro que puede comportar para los gatos monteses de la zona. De hecho, su construcción acabará a los tribunales gracias a la preocupación de las asociaciones sobre la protección de gatos salvajes a Aberdeenshire
La empresa energética sueca, Vattenfall, obtuvo permiso para construir un segundo emplazamiento a Clashindarroch, el bosque más grande de Aberdeenshire. El parque eólico Clashindarroch II consta de 14 turbinas y el gobierno escocés aprobó su construcción el pasado mes de junio de 2023. Lo Clashindarroch II además, se encuentra muy cerca de otro parque eólico de 18 turbinas que hace siete años que proporciona electricidad.

A pesar del permiso administrativo obtenido por la empresa, el grupo conservacionista Wildcat Hacen, cree que esta construcción podría amenazar la población local de gatos salvajes y, por eso, han iniciado una revisión judicial de la aprobación otorgada por los ministros del gobierno de Escocia. De hecho, la construcción de este nuevo parque eólico ha sido calificada de «potencialmente catastrófica» por parte del director de Wildcat Haven, Paul O’Donoghue.
De hecho, el año pasado se liberaron 22 gatos monteses en la zona de Cairngorms, con la intención de aumentar la población, puesto que algunas investigaciones anteriores aseguraban que la especie estaba funcionalmente extinta en estado salvaje en Escocia.
Vattenfall asegura proteger la vida silvestre
En su página web la empresa sueca asegura que «la presencia del gato montés escocés en el lugar es una cosa que se ha considerado y examinado minuciosamente mientras preparábamos nuestros planes para la propuesta del parque eólico Clashindarroch II». Vatenfall afirma que sus proyectos están diseñados con «mucha cura» y que además de reducir las emisiones de carbono también quiere «ayudar a proteger la vida silvestre y la naturaleza«.
