La COP28 ha presentado un primer borrador sobre el acuerdo final de la cumbre. Un borrador, pero, que evita eliminar definitivamente los combustibles fósiles y se centra a reducirlos progresivamente de cara al 2050. Este lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha viajado hasta los Emiratos Árabes para pedir a los 200 países reunidos que pongan el acelerador para llegar a un acuerdo contundente antes de que se acabe la cumbre, que ya entra en la recta final: «El aspecto central que determinará el éxito de la cumbre será consensuar la necesidad de eliminar progresivamente los combustibles fósiles», asevera Guterres, que no está del todo satisfecho con el primer borrador del acuerdo. Este primero documento también incluye la supresión de los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes.
Dentro de este marco, Guterres defensa que hay que establecer un calendario global de actuación, a pesar de que considera que este calendario se puede adaptar a las especificidades de cada país. Es decir, que mientras el plan fijado sea el mismo para todo el mundo, cada país puede adaptarse a sus necesidades: «No significa que todos los países tengan que actuar del mismo modo mientras el objetivo sea global», recuerda el secretario general. «Estamos en una carrera a contrarreloj, y el reloj sigue corriendo. Está previsto que la COP28 concluya mañana, pero todavía quedan grandes rendijas para cerrar», apunta Guterres. El secretario general, que siempre ha mantenido un discurso fuerte contra los combustibles fósiles, cree que es primordial acabar con «todos» ellos, y no solo con los que provienen de tecnologías de captura de carbono, tal como señalan algunos expertos que han participado en la cumbre.

La negociación, encallada
La negociación entre países para poner fin a los combustibles fósiles se ha visto encallada en los últimos días por las discrepancias entre las partes. Principalmente, los Emiratos Árabes y Rusia se oponen frontalmente en un acuerdo más contundente al respeto. En este sentido, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, tilde la posición la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre el acuerdo final de la COP28 de «repugnante»: «Es repugnante que los países de la OPEP estén presionando para no llegar donde se tiene que llegar», asegura Ribera.
La vicepresidenta lamenta que los países miembro de la OPEP se nieguen a afrontar el cambio climático reduciendo el uso de combustibles fósiles y que, por consecuencia, bloqueen la posibilidad de llegar a un acuerdo: «No estamos hablando de deshacernos de los combustibles fósiles mañana, pero, salvo que creemos las condiciones para reducirlos, continuaremos malgastando billones de dinero en cosas que dañan nuestro clima, perjudican el desarrollo sostenible y, por supuesto, son bastante injustas», concluye.