Si bien casi nunca pensamos, la arena es uno de los recursos naturales más explotados del mundo, y la ONU alerta que su extracción está destruyendo los lechos marinos, poniendo en peligro ecosistemas y también comunidades costeras que viven del mar, como por ejemplo las de pescadores. Empleada en la producción de hormigón y vidrio, según los cálculos cada año se retiran del fondo del mar unos 6.000 millones de toneladas de arena, que es en segunda posición –solo detrás la agua– a la lista de recursos más extraídos.
Barcos que hacen de aspiradoras
En total, la humanidad cada año usa unos 50.000 millones de toneladas de arena y graba. Así pues, más de un 10% provienen de los mares y océanos. Tal como explica el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), hay barcos que funcionan como si fueran aspiradoras, llevándose del fondo del mar tanto la arena como los microorganismos de que se alimentan los peces, causando una disrupción enorme de la cadena trófica. Esto, de hecho, incluso hace que en algunas zonas resulte muy difícil que la vida se recupere después de una operación de extracción de arena.

Una nueva herramienta de análisis
La publicación de los nuevos datos del UNEP concideix con la presentación de una nueva herramienta de análisis que, denominada Marino Sand Watch, tiene por objetivo hacer un seguimiento de las actividades de extracción en todo el mundo usando la monitorización marina y algoritmos de inteligencia artificial. Así, se podrá ver más claramente cuál es el alcance y la intensidad de los impactos ambientales de la extracción de arena a los ecosistemas marinos costeros.
Una industria insostenible
Teniendo en cuenta los datos de que se dispone, pero, parece muy claro que el ritmo actual no es sostenible, puesto que no da tiempo a los ecosistemas marinos de recuperarse y, en muchos casos, como que se lleva la arena y también el alimento de los peces el que hace es, esencialmente, esterilizar el fondo del mar. Esto es especialmente cierto en los casos que la extracción de arena llega hasta el fondo, a la roca, destruyendo completamente el hábitat.
Además de pedir poner freno a estas actividades, la UNEP también recomienda prohibir la extracción de arena de las playas, para proteger las costas del mundo y proteger las personas que viven cerca del mar de la subida continuada de su nivel. Actualmente la arena, que también es empleada por una industria tan importante para el futuro como es la de la energía solar, es extraída principalmente del mar de China meridional, el mar del Norte y la cuesta este de los Estados Unidos.