Mònica Usart Rodríguez nació en Molins de Rei en 1984 y es licenciada en Física y máster en Meteorología. Ahora, ha presentado su libro, Fenómenos extremos: La crónica de cuatro grandes desastres naturales que nos han marcado, como son los incendios del Alt Empordà, el desbordamiento del Francolí, el temporal Gloria y la erupción del volcán de la Palma, y ha hablado con Món Planeta, sobre estos cuatro fenómenos, la acción humana en la naturaeza y el cambio climático, especialmente ahora que Cataluña sufre un grave episodio de sequía que no se recordaba desde el año 2008, cuando el territorio catalán se tuvo que enfrentar a la falta de agua y las altas temperaturas en todo el país.
En Cataluña, Mònica Usart es conocida por ser la meteoróloga, o ‘mujer del tiempo’ de RAC1, puesto que participa en El Món a RAC1 con Jordi Basté y en el Matina Codina!, de RAC 105. Además, Usart dirige el pódcast de RAC+1 ‘Oxígen’
De los cuatro episodios del libro, tres han pasado en Cataluña. ¿Está preparado el país para soportar este tipo de fenómenos?
Preparados del todo no. Si no no nos tendría que coger desprevenidos, no pasarían cosas como el temporal Gloria que los embalses sobresalieron, no habría muertos. Si no pasaran todas estas cosas estaríamos preparados. Pero como todos estos episodios han tenido afectaciones, y algunas de graves, te diría que no, no estamos preparados para muchas cosas. Que intentamos hacerlo lo mejor posible y que de cada situación aprendemos, sí, pero que estamos preparados por todo no.
Los denominamos fenómenos extremos, pero un sector de la población dice «ha llovido siempre, esto ha pasado siempre». ¿Qué le dirías a esta gente?
Que ha llovido siempre es verdad, pero, estos episodios que yo he cogido son episodios que cuando tú miras el registro de lluvia están dentro de los episodios que podríamos considerar históricos. En verano nos pasa mucho que mucha gente dice «es verano, es normal que haga calor». Y dices: de acuerdo, pero en una serie de datos que puerta aquí 100 años nunca habíamos tenido una temperatura tan alta, esto quiere decir que tenemos un récord, que esto no había pasado nunca, déjame decir que es excepcional. Yo creo que la gente a veces intenta negar cosas porque no sabe en realidad lo qué está pasando, o los datos, o aquello que decimos, pero que hay fenómenos que son muy extremos, y que no los hemos vivido nunca, o los hemos vivido contadas veces y cuando llegan nos hacen daño, esto marca la excepcionalidad.

¿Qué herramientas tenemos para combatir estos episodios?
No podemos combatirlos, nos tenemos que adaptar y mejorar. Tenemos que mejorar los pronósticos. Cada vez que pasa una situación como esta aprendemos, introduces información nueva en los modelos meteorológicos y se va haciendo a cada episodio que pasa. Como ciudadanos tenemos que saber actuar, no solo puedes escuchar la radio «lloverá mucho puede ser que se desborden ríos y rieras» e intentar cruzar una riera. No solo tienes que recibir información correcta, sino que tienes que aprender a actuar. Nos hace falta algo más de educación para afrontar estas situaciones.
El día de la presentación del libro uno de los testigos más interesantes fue lo del bombero de los incendios del Ampurdán, que nos habló de que tenemos que hacer cuando hay un incendio. Al incendio de Portbou había una hilera de coches colapsados a la carretera, empezó el fuego y bajó por donde estaban ellos. Salieron del coche y algunos saltaron el acantilado, donde dos personas murieron. El bombero explicó que los coches no se quemaron, los coches no explotan, aguantan mucho mejor la temperatura del fuego y te protegen del humo mucho mejor que si sales. La gente no tiene que huir de los coches, tiene que esperar dentro. Este punto de educación lo tenemos que ir aprendiendo para protegernos.
Los meteorólogos habéis sufrido siempre el sambenito de «no aciertan nunca». ¿Está reconocida la profesión?
Lo más mínimo. La gente tiene que entender que el meteorólogo no se inventa el tiempo, consulta los mapas en los cuales detrás hay un montón de trabajo hecho por matemáticos y mucha información. Los modelos evolucionan, yo lo miro y lo traslado, la gente no sabe la secuencia y somos campo de muchas críticas. A lo largo del año, el porcentaje de acierto te saldrá muy alto, y más en un territorio muy pequeño como Cataluña.
Las críticas son difíciles de digerir, muchas veces se critica sin saber. Los modelos el grosor de la población no sabe cómo van, pero no tienen la obligación de saberlo. La gente nos dice que la cagamos siempre, que somos unos farsantes, pero el modelo meteorológico no miente. Cuanto más cerca está más afina los pronósticos, es la evolución de un modelo. Me sabe mal cuando se critica sin conocimiento, a veces con faltas de respecto a redes sociales por parte de personas que se esconden detrás de perfiles y se crea un caldo de cultivo que no llevo bien, me sabe mal que la gente no lo entienda.
La sequía de ahora es peor que la del 2008?
Sí. Está durando más, los niveles de los embalses están por debajo, llevamos mucho más tiempo sin lluvia y no hay previsión de lluvia. Sí que es cierto que hemos llegado al mismo nivel del 2008 en más tiempo, lo has podido alargar porque tienes las desaladoras, las plantas regeneradoras, has hecho que viniera más tarde. Recuerdo que el 2008 tuvimos una primavera que solucionó aquella sequía, y hoy por hoy en los mapas no tenemos un pronóstico de lluvias que lo solucione, no vemos el final.
¿Se ha hecho suficiente?
No. Deberíamos tener más infraestructuras. Se habla mucho de la regeneración de agua, pero lo tendríamos que haber hecho antes. Si a tú esto te da suficiente agua, ya no dependes de la lluvia, si tuviésemos esta infraestructura no tendríamos que mirar el cielo, podríamos tener pantanos vacíos y el agua la tendríamos porque es un ciclo cerrado. Ahora se están intentando hacer todas estas cosas, pero el nivel de los embalses no para de bajar.
Estamos en una situación límite. Llega el verano, que evapora más agua, si no llueve de aquí en verano…uf, a mí me sabe mal la gente del Gobierno que se ha encontrado con esta situación, realmente no tienen una hoja de ruta porque la hoja de ruta lo tienes que marcar tú y no ha pasado nunca.

¿Nos tenemos que acostumbrar a que estos episodios de sequía sean así de intensos?
De sequías siempre hemos tenido, pero es cierto que los estudios de cambio climático señalen que cada vez será más frecuente que llegamos a situaciones de sequía como estas, que sean más largas, más duras, y con menos espacio entre ellas, por lo tanto, la recuperación de una a la otra será más difícil. El clima mediterráneo tiene sequías y lluvia torrencial, pero estos dos extremos se alejarán, y nos pondrán más a prueba: lluvias torrenciales más bestias y sequías más largas y duras. Se tienen que pensar nuevas soluciones para tener agua, con los embalses vacío no vamos en ninguna parte.
¿Qué futuros peligros puede sufrir el país?
La temperatura. Es inevitable, y la temperatura nocturna también; que siempre hablamos de los 45 grados, pero cuando tienes noches que no bajas de 30 grados es muy peligroso por la salud humana. No le damos suficiente importancia en el mar. Tenemos una línea de tren en el Maresme que pasa a tocar del agua y que con la subida del nivel del mar y los temporales puede entrar más adentro, y nos tenemos que plantear estas infraestructuras.
Nos enfrentamos a la falta de nieve en las montañas. Este año es el año de la foto del Pirineo sin nieve. El paleoclimatólogo Mariano Barriendos dice que al 2100 a las pistas de esquí habrá viñas. En un futuro nos tendremos que plantear muchas cosas, desde el turismo al adaptarnos a un nuevo escenario, y muy rápido. Además, el factor de los cultivos. Vamos hacia un lugar en el cual no podemos mantener los cultivos que teníamos si el otoño ya no es lluviosa, no nos llega el agua que necesitamos y en invierno tenemos temperaturas de primavera, no puede sobrevivir un cultivo que venía regido por este clima.
De los desastres del libro, ¿cuál es el que más “has disfrutado”?
Siempre entre comillas, puesto que en todos ha habido desgracias. Quizás el Gloria, fueron muchos días, muy intensos y quedamos satisfechos del trabajo muy hecho. Todos los meteorólogos trabajamos conjuntamente y comunicamos mucho. Yo recuerdo aquellos días estar junto a Jordi Basté en antena, y de normal entro, hago la crónica y me voy, pero en días gordos me quedo con el ordenador allá. Fueron cuatro días muy intensos, que lo vimos venir, lo cubrimos bastante bien, y el balance en cuanto a cobertura comunicativa fue bueno.
Con el Francolí tengo un mal regusto, puesto que no pudimos afinar donde caería y recuerdo que la gente se jodía porque llovía y no hacía daño, y va por la noche y se desborda el Francolí y pasa el desastre. El incendio del Ampurdán fue la primera situación que me hizo vibrar de trabajo en la radio, e hicimos mucho servicio. Entrando en la radio coges responsabilidad con las personas que sufren esta situación y haces un servicio muy potente.
El desbordamiento del Francolí no queda tanto «llampant» como los otros tres. Por qué fue tan peligroso?
Fue muy repentino, de poco rato y se vio venir con pocas horas de antelación. Se desbordó el Francolí como podría haber sido cualquier otro río o riera de Cataluña. Había una bodega que lo arrancó entero y que estaba situado donde había un arco del puente antiguo. Hizo reflexionar sobre la urbanización e invasión de zonas peligrosas, tuvo un impacto mucho bestia en este aspecto, «un edificio entero se lo ha llevado el río», hombre claro, lo has puesto en medio del río.
¿El ser humano ha invadido la naturaleza?
Si, totalmente. El volcán de La Palma es un ejemplo. La gente construyó en zonas donde no tenía que haber construcciones. En Alcanar también, a la desembocadura de la riera hay un camping, cada temporal que pasa nos hace revisar cosas, pero el coste económico es tan grande que lo acabes dejando y arriesgándote que pasen cosas. Creemos que estamos por sobre hasta que llegamos al límite y después lloramos, nos pensamos que estamos por encima de la natura y no lo estaremos nunca.
¿Los incendios son más un desastre humano que natural?
Hay una combinación de las dos cosas. En Cataluña no nos cuidamos, tenemos mucha demasiada forestal y poca situación de mosaico, si a esto le sumas mucha falta de agua todo esto es natural. Por otro lado, hay la gente que provoca los incendios. La mano del hombre es la que lo puede descontrolar. Los bomberos tienen unas estrategias muy marcadas y siempre saben cómo actuar, qué priorizar y que salvar. Va todo ligado, una parte de natura, y una parte de los humanos.
Incendios puede haber siempre, la mejor idea es adecuar nuestro territorio porque esto no pase. Tenemos que estar preparados por todo, y todo el trabajo que se haga durante la temporada que no es la de incendio será beneficioso. De hecho, dicen que el incendio de sexta generación, el más bestia que puede llegar aquí, todavía no lo hemos vivido, no sé si este año, con la situación tan extrema se puede disparar esta situación.
¿Qué provocó el Gloria y porque causó tantos daños?
Lo provocó una perturbación que no era mediterránea, llegó desde el Atlántico y nos llegó con mucha fuerza. Destacó por su longitud, la persistencia, extensión y la cantidad de fenómenos. Fue la combinación perfecta. Tuviste cuatro o cinco días de temporal, que son muchos en Cataluña, con viento, temporal de mar, lluvia y nieve muy intensos y que afectó todo Cataluña. Si mires registros podrás encontrar algún temporal parecido, pero no es habitual. Si ahora pasara, sin muertes, lo agradeceríamos. Todos estos litros son los que necesitamos para llenar embalses y revertir la emergencia que tenemos ahora.
¿Un volcán es impredecible?
El volcán de la Palma me ha servido mucho para explicar la diferencia entre un pronóstico del tiempo y uno de erupción. El tiempo, tenemos que agradecer que lo podemos pronosticar, los volcanes no. Muchos vulcanólogos no sabían si habría erupción, el magma se podía estar moviendo para erupcionar o resituándose, una vez entró en erupción no sabían si serían dos días o dos meses, la predicción de un volcán es mínima comparada con la de la meteorología. Es como los terremotos, un terremoto bestia no te avisa. Las herramientas para pronosticar un volcán o un terremoto no existen, quizás no podemos llegar a este nivel de pronóstico.
¿Han aprendido las administraciones?
Nos cuesta mucho aprender. Cuando pasa algo así actuamos en el momento para solucionar aquello que nos ha impactado más, pero no nos preparamos para el próximo episodio. Seríamos capaces de volver a construir allí donde había la bodega.