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La sequía y lluvias torrenciales amenazan a las aves del Mediterráneo

Los fenómenos climáticos extremos no solo tienen un impacto directo en los humanos y las infraestructuras, sino que el ecosistema del país se ve gravemente amenazado por este tipo de fenómenos. El último estudio publicado en el portal científico Nord Society Oikos y que ha contado con la participación del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) alerta que las aves del Mediterráneo ven su supervivencia extremadamente comprometida por la sequía y las lluvias torrenciales, dos fenómenos climáticos extremos que son la mayor amenaza climática para estos animales.

Según señalan los autores del estudio, la sequía hace que muchas aves experimenten dificultades de hidratación por la falta de acceso a los recursos hídricos y, además, esta falta de agua también reduce el número de insectos que forman parte de su base alimentaria, una combinación de afectaciones que ponen en riesgo la supervivencia de estas aves. En cuanto a las lluvias torrenciales, el impacto de estas precipitaciones provoca que los nidos acaben destruidos y que muchos ejemplares resulten gravemente heridos. «Con este estudio hemos demostrado una relación clara entre la escasez de agua en el sur de Europa y la disminución del número de individuos de aves. Además, también detectamos otra amenaza, en este caso común para todas las regiones de Europa: las precipitaciones extremas», explica Sergi Herrando, investigador del CREAF y presidente del European Bird Census Council. De hecho, los investigadores alertan que el impacto de estas precipitaciones torrenciales no solo son una gran amenaza para las poblaciones de aves del Mediterráneo, sino que la afectación también es muy palpable en el resto de Europa.

En cambio, los autores del estudio han podido demostrar que el aumento de las temperaturas por el cambio climático está favoreciendo a aquellas aves que viven, sin migrar, en el norte de Europa mientras que los migradores de larga distancia se ven gravemente afectados porque cuando migran hacia el norte encuentran una desincronización del ciclo vital de plantas e insectos; un hecho que supone que cuando llegan a migrar no disponen del alimento habitual.

Caja nido para aves (foto de archivo) | ACN
Caja nido para aves (foto de archivo) | ACN

20 años de datos

Durante el estudio, los investigadores realizaron un análisis de la evolución de las poblaciones de aves en tres grandes regiones climáticas de Europa como son la mediterránea, continental y boreal. Los datos del estudio abarcan desde 2002 hasta 2022 en Cataluña, la República Checa y Suecia, estudiando la dinámica poblacional de hasta 141 especies de aves diferentes. Los datos obtenidos se cruzaron con los datos anuales de temperatura, disponibilidad de agua y los episodios de lluvia intensa.

Con esta combinación se pudo observar el gran impacto de los fenómenos climáticos extremos en el Mediterráneo y los investigadores apuestan por restaurar la red de pequeñas charcas y puntos de agua o crear nuevas para poder paliar los efectos de los fenómenos climáticos. “Las charcas, además, pueden ser muy beneficiosas para otras especies de animales, como los anfibios”, añade Herrando.

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