Es una masa gigantesca de hielo y a la vez uno de los grandes quebraderos de cabeza de la comunidad científica. Hektoria, una de las grandes masas de hielo antárticas –es 3 veces más grande que la superficie de Barcelona aunque es pequeña para los estándares antárticos– tiene en vilo a los científicos de todo el mundo, ya que ha experimentado uno de los deshielos más rápidos de la historia y se ha podido detectar que en solo tres años de seguimiento por satélite este coloso de hielo ha perdido cerca de 25 kilómetros de superficie, unas cifras que suponen una velocidad de deshielo que es 10 veces más alta que la registrada en otras zonas del continente antártico.
El estudio, dirigido por la Universidad de Colorado Boulder, y publicado en el portal científico Nature Geoscience muestra que solo entre los meses de noviembre y diciembre de 2022 el glaciar Hektoria retrocedió cerca de 9 kilómetros y los autores del estudio señalan que este retroceso tan acelerado puede suponer cambios drásticos en cuanto a la comprensión del deshielo y el comportamiento de los glaciares.
De hecho, el estudio alerta que la media con la que retrocedió fue de 134 metros por día, pero que en los momentos más críticos el glaciar llegó a perder hasta 800 metros diarios, unas cifras que rompen con cualquier registro anterior y que tiene en vilo a los científicos. En las imágenes de satélite se pueden ver estas fracturas tan drásticas y los desprendimientos masivos sin cesar que sufrió el glaciar Hektoria.
El motivo del drama glaciar divide a la comunidad científica
El estudio señala que la hipótesis más plausible de este desastre fue causado por el desprendimiento de una gran masa de hielo marino del frente del glaciar, un hecho que habría causado fracturas y grietas internas dentro del glaciar y esto habría causado una reacción en cadena liberando múltiples icebergs al océano y generando movimientos sísmicos como los que detectaron los sensores de la zona. Por su parte, en declaraciones hechas a medios ingleses, expertos de las universidades del país británico aseguran que el glaciar ya flotaba parcialmente antes del gran colapso.

El gran quebradero de cabeza de los científicos es saber si esto se trata de un hecho aislado o si este tipo de deshielo tan acelerado comienza a expandirse por todo el mundo, un hecho que supondría un cambio de paradigma que alteraría todos los planes de seguimiento y prevención actuales que están elaborados en base a un ritmo de deshielo más habitual, como mínimo hasta ahora, que no es el caso del glaciar Hektoria. A pesar de las divergencias entre los científicos, sí que se ponen de acuerdo en señalar que la capa de hielo antártica se encuentra en una situación crítica y es muy vulnerable ante el avance del cambio climático y el aumento global de las temperaturas.
