No aumentar la temperatura del planeta y los efectos, y frenar, el cambio climático son varios de los objetivos que la comunidad científica tiene como objetivo para los próximos años. Ahora, un estudio que ha contado con una encuesta realizada a miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señala que los expertos ven con temor el horizonte que la humanidad se había marcado para el 2100 -el de mantener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados- e indican que la humanidad puede enfrentar una subida de 2,7 grados. A pesar de las noticias, los expertos también creen que es posible alcanzar el objetivo de emisiones netas de CO₂ cero durante la segunda mitad de este siglo.
Pesimismo y optimismo frente a la subida de las temperaturas
Los resultados de la encuesta a los 211 encuestados muestran que hay un pesimismo general respecto a la consecución de los objetivos de París y el 86% de los encuestados manifiestan que el calentamiento global superaría los 2 grados que marcan los acuerdos para el 2100. Los expertos estiman, en promedio, que la subida de temperaturas sería de 2,7 grados; un hecho que conllevaría consecuencias totalmente catastróficas para el planeta.
Damon Matthews, coautor del estudio y profesor y catedrático de investigación en Ciencia del Clima y Sostenibilidad, Geografía, Planificación y Medio Ambiente por la Universidad de Concordia muestra optimismo, ya que según explica «estas respuestas no son una predicción del calentamiento futuro, sino más bien un indicador de lo que cree la comunidad científica. Las respuestas son sorprendentemente consistentes con estimaciones anteriores de lo que sucedería si nuestras políticas climáticas actuales continuaran sin ningún aumento de la ambición, que oscilan entre 2,5 y 3 °C».

Seth Wynes, exinvestigador postdoctoral de la Universidad de Concordia asegura que «hubo una fuerte correlación entre lo que la gente cree y lo que perciben que creen sus compañeros», y que «tenían un sesgo al ver sus creencias como representativas del grupo más grande. Esto puede indicar un exceso de confianza en sus propias creencias, por lo que creemos que esta es una buena oportunidad para que reevalúen lo que sus compañeros realmente creen». Matthews, por otro lado, destaca que las opiniones de los científicos son valiosas, pero «serán la implementación de políticas y el cambio social los que realmente determinen la velocidad con que se reducirán las emisiones».

