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Estas son las siete especies en «situación crítica» en España

El cambio climático y la acción humana impactan de forma clara en el medio ambiente de España y de Cataluña. La fauna y la flora que se encuentran en los ecosistemas de la península Ibérica suelen sufrir las consecuencias derivadas de este impacto ambiental y siete especies en concreto se encuentran en «situación crítica» en España. De estas siete especies, seis son animales mientras que la restante es un vegetal. En concreto son la Estepa de Cartagena (Cistus heterophyllus subsp. carthaginensis), la Trenca (Lanius minor), la Náiada auriculada o Margaritifera auricularia (Margaritifera auricularia), el Pato colorado marmoleado (Marmaronetta angustirostris), el Visón europeo (Mustela lutreola), Nacra común (Pinna nobilis) y el Urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) y se espera que el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico del gobierno de España incluya también la Focha moruna (Fulica cristata) y el Desmán ibérico (Galemys pyrenaicus).

¿Qué son y dónde se encuentran las siete especies en «situación crítica»?

La Trenca, la única de estas especies presente en Cataluña presenta una regresión muy grave. En toda España han desaparecido las parejas reproductoras cuando en el año 2022 se habían censado hasta 24. De hecho, la pérdida de ejemplares de esta especie ha sido del 96% y solo quedan en zonas muy localizadas de Aragón y de Cataluña. El motivo de su regresión es la pérdida de los espacios de hábitat por la expansión de la agricultura intensiva y las zonas de regadío; un factor al que se le ha sumado la pérdida de alimento por culpa de los plaguicidas.

Por su parte encontramos dos moluscos como son la Náiada auriculada y la Nacra común. En el caso de la Náiada, su población se localiza en varios tramos de los ríos del noreste de España, ya que es un molusco de agua dulce. Se encuentra en «situación crítica» debido a dos episodios de mortalidad muy notorios durante los años 2013 y 2014, cuando murieron 316 y 466 ejemplares. En el último censo, el de 2015, se contabilizaron 3.949 ejemplares en toda España. En cuanto a la Nacra común, su población se ve amenazada por una enfermedad que ha llegado a causar la mortalidad de todos los ejemplares en Andalucía y Murcia junto con los efectos de la contaminación de las aguas y el cambio climático.

Imagen de archivo de un ejemplar de Urogallo

Finalmente, la Estepa de Cartagena, el Pato colorado marmoleado, el Visón europeo y el Urogallo cantábrico -las otras especies catalogadas en «situación crítica»- también presentan reducciones de población muy elevadas. En el caso de la Estepa se dio por extinta en el año 1973 y se redescubrió en 1986; a pesar de ello la población ha ido disminuyendo hasta que en el último censo oficial (2018) solo se detectaron 12 ejemplares. El Pato colorado, por su parte, también presenta una situación similar. Su población casi desapareció durante 1970 motivo por el cual se inició un proceso de recuperación; un proceso que se abandonó y en el último censo solo se han registrado 30 parejas de reproductoras.

El Visón europeo, en su caso, ha perdido casi la mitad de su población (en el año 2000 se catalogaron 1.000 ejemplares mientras que las estimaciones actuales señalan una población de entre 400 y 500 ejemplares). Las estimaciones apuntan a una posibilidad por encima del 50% de extinguirse en los próximos 20 años. Finalmente, el Urogallo cantábrico también presenta una gran disminución poblacional que pone en riesgo la viabilidad de la especie.

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