Estar en compañía tiene el efecto de reducir el estrés de las serpientes, tal y como nos pasa a los humanos. Este es el descubrimiento sorprendente que ha hecho un equipo de investigadores y que presenta en un artículo publicado en ‘Frontiers in Ethology’, en la primera vez que este fenómeno, denominado ‘amortiguador social’, se observa entre reptiles.
Los autores hicieron su estudio en las serpientes de cascabell del Pacífico Sur (‘Crotalus helleri’), y observaron como los ejemplares que pasaban por situaciones estresantes en presencia otras serpientes tenían un ritmo cardíaco más bajo que las que las soportaron a solas. Este hecho ya había sido observado no solo en humanos sino también en primates, roedores y pájaros, pero no en reptiles. Un hecho, pero, que se puede atribuir al hecho que su comportamiento ha sido menos estudiado que en otros animales.
Una observación casual
Los investigadores son de un equipo que retira serpiente de cascabell que son cerca de los hogares en el sur de California, en los Estados Unidos, de forma que están acostumbrados a conducir con cajas con serpientes al coche. Así es como se dieron cuenta que, cuando llevaban dos de juntas a la misma caja, parecía que usaban menos lo cascabell o incluso nada, a diferencia de cuando están solas. Un hecho importante porque, cuando lo hacen, es cuando se sienten amenazadas.

Un estudio con resultados importantes
Esto los hizo pensar que podría ser un caso de amortiguador social, de forma que van diseñar un experimento para comprobarlo, con serpientes de la misma especie pero que vivían en regiones diferentes puestas en cajas solas o en compañía y sometidas a estrés a la vez que se los hacía un seguimiento de los latidos del coro. Así es como se dieron cuenta que, efectivamente, el ritmo cardíaco se reducía cuando las serpientes estaban acompañadas.
Este descubrimiento puede ser importando no solo para esta especie de serpiente sino para todos los reptiles en general, puesto que es posible que el fenómeno se produzca no solo en ellas sino también en lagartos y cocodrilos, por ejemplo. Además, también puede ser un punto de partida para estudiar el comportamiento social de los reptiles, que a menudo ha sido ignorado, especialmente el de las serpientes.