Durante los milenios IV e III, poblaciones sedentarias habitaron los oasis situados en el desierto de Arabia del Norte y ahora, un equipo de científicos del Centre national de la recherche scientifique (CNRS) y de la Royal Commission fo AlUla (RCU) han descubierto una gran construcción defensiva de hace 4000 años que rodeaba el oasis de Jáibar, uno de los más grandes y extensos que se han conocido en la historia.

Según los científicos, la construcción data entre el 2250 y 1950 a. C., basándose en la datación por radiocarbono obtenida de las muestras extraídas durante las excavaciones y han publicado los resultados de sus estudios al portal Journal of Archaeological Science: repuertos (JASREP)
Al norte de Medina
El equipo de científicos del CNRS y el RCU ha revelado que estas fortificaciones estaban ubicadas al norte de la ciudad de Medina, en la región de Hijaz a la Arabia Saudí. Esta fortificación defensiva valla el oasis de Jáibar, un hecho por el cual lo convierte en uno de los oasis amurallados más grandes de Arabia Saudí junto con el de Tayma, según informa el CNRS.
Según han podido averiguar los científicos del CNRS y el RCU, las dimensiones de esta fortificación estaban datadas de 14,5 kilómetros de longitud, entre 1,70 y 2,40 metros de grosor y aproximadamente cinco metros de altura. A pesar de estas dimensiones, hoy en día no se ha conservado, prácticamente, ni la mitad de su longitud original (los científicos estiman que queda el 41%, 5,9 kilómetros y 74 baluartes). El alcance de esta fortificación permitía amurallar un territorio rural y sedentario que se extendía hasta las, casi, 1.100 hectáreas.

Un gran descubrimiento
Este hallazgo es mucho más importante del que puede parecer, puesto que, a pesar de que ya se habían documentado varios oasis amurallados de la Edad de Bronce, este descubrimiento adquiere una importancia singular, puesto que añade información sobre la ocupación humana del nordeste de Arabia y hace que se pueda comprender mejor la complejidad social existente durante la época preislámica y, de hecho, comporta adelantos para comprender el pasado prehistórico, preislámico e islámico del noroeste de Arabia.

Pero su hallazgo hace que también surjan interrogantes, puesto que el estudio confirma que el oasis de Jáibar pertenecía en una red de oasis amurallados del Noroeste de Arabia, pero los científicos se preguntan cuáles fueron los motivos por los cuales se construyó, cuál era la naturaleza de las poblaciones que lo edificaron y qué relaciones tenían con otras poblaciones fuera murallas.
