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Cómo puede afectar la salud del planeta a las enfermedades inmunitarias?

Lo deterioro del medio ambiente y de nuestro entorno, es decir, de la salud del planeta, puede tener un impacto más grave del que imaginábamos hasta hace poco, especialmente en cuanto a las enfermedades inmunitarias. En un artículo publicado a ‘Science Advances’, un estudio afirma que la pérdida de biodiversidad puede afectar la diversidad del nuestro microbioma, con consecuencias en la salud humana.

La microbiota humana y la del entorno están relacionadas

Mireia Gascón, profesora colaboradora del máster universitati de Salud Planetaria UOC-UPF-ISGlobal e investigadora de este último centro de investigación, explica que hay indicios en este sentido. «La microbiota humana es el conjunto de microorganismos, que incluyen bacterias, hongos y virus, que conviven con el organismo humano. Gracias a estas bacterias y a una buena salud de las poblaciones de estos microorganismos, también nosotros tenemos una buena salud».

La pérdida de microbiota de nuestro entorno natural –suelos, aguas, ecosistemas…- pero, también podría suponer una pérdida de microbiota de nuestro organismo, explica Gascón, bióloga y experta en epidemiología ambiental. El estudio mencionado, de hecho, muestra que la microbiota dles niños de entornos más naturalizados, con más zonas verdes, es diferente a la de los niños menos expuestos a estos entornos naturales, y que los primeros tienen menos riesgo de atòpia y enfermedades a la piel.

Hay procesos que «no son posibles sin estas bacterias», afirma Gascón, como «digerir fibras o generar otros componentes que son fundamentales y útiles para que nuestro organismo funcione». Además, la microbiota, apunta, «tiene un papel decisivo» en la estimulación de las defensas del cuerpo, y alterarlas se relaciona con «alergias, enfermedades autoinmunes y cáncer», entre otros.

La salud del planeta afecta directamente la nuestra

Es por este impacto del deterioro del medio ambiente en nuestros organismos que los últimos años ha aumentado la atención a la salud planetaria, la relación entre la salud del planeta y la nuestra. La interrelación entre los organismos y ambientes es muy importante, y si un elemento está enfermo, aumentan las posibilidades que enfermen los otros.

Evitarlo requiere decisiones medioambientales. Para Gascón, habría que evitar «la invasión y destrucción de hábitats», que incrementa el riesgo de contraer nuevos virus y otros patógenos. Además, pero, también hay que «mejorar la calidad ambiental de los lugares donde vivimos, nuestro entorno inmediato, «para mantener este equilibrio en nuestra microbiota».

El Parque Natural de la Sierra de Collserola | CON
El Parque Natural de la Sierra de Collserola | CON

Gestionar los hábitats naturales y también los urbanos

Por todo ello hay que gestionar bien el suelo y no destruir hábitats consolidados que tienen su propio ecosistema, además de reducir al máximo el uso de recursos limitados. En cuanto a las ciudades, es imprescindible recuperar espacios públicos para hacerlos verdes pero con especies que no requieran mucha agua, es decir, adaptados al clima.

«Quienes toman las decisiones», advierte Mireia Gascón, han «de incorporar el eje de la salud» para tener una visión «desde todas las perspectivas». Además, la promoción del transporte público, el uso de la bicicleta o ir a pie también pueden ayudar no solo a reducir las emisiones de CO₂ y otros contaminantes sino que también haríamos más actividad física, beneficiando todavía más la salud.

«Tradicionalmente la biodiversidad se ha relacionado con huesos polares y ballenas», recuerda Gascón, pero «al jardín de casa mía, donde tengo gusanos, escarabajos, arañas, plantas diferentes, pájaros; en el parque del lado de casa; en el bosque que es algo más lejos… Si conseguimos explicar por qué es crucial, acabaremos tomando decisiones personales medioambientalmente sostenibles y saludables en nuestro día a día», remacha la investigadora.

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