Uno de los grandes tesoros naturales de la humanidad está en mínimos. Científicos de la Universidad de Sídney alertan que los últimos episodios de blanqueamiento -debido al estrés inducido por la expulsión o muerte de su protozoo simbiótico (Zooxanthellae) o por la pérdida de pigmentación del protozoo- al sur de la Gran Barrera de Coral han sido completamente devastadores. El equipo de investigación monitoreó la salud de 462 colonias de coral en la estación de investigación de la Gran Barrera de Coral de la Universidad de Sídney en One Tree Island durante un período de 161 días y los resultados encendieron todas las alarmas. Durante la ola de calor marina mundial de los años 2023-2024 el 66% de las colonias se blanquearon en febrero de 2024 y el 80% en abril. En el mes de julio las cifras fueron aún peores, ya que el 44% de las colonias blanqueadas murieron y géneros como el Acropora sufrieron una mortalidad del 95%; unos datos que son realmente alarmantes.
Maria Byrne, profesora de la Escuela de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente, señala que estos hallazgos de los científicos «subrayan la necesidad urgente de tomar medidas para proteger los arrecifes de coral, que no solo son puntos críticos de biodiversidad, sino que también son cruciales para la seguridad alimentaria y la protección costera». La postura de Byrne la comparte la profesora y coautora del estudio, Ana Vila Concejo, quien asegura que «esta investigación es una llamada de atención para los responsables de la formulación de políticas y los conservacionistas. La resiliencia de los arrecifes de coral está siendo puesta a prueba como nunca, y debemos priorizar las estrategias que mejoren su capacidad para resistir el cambio climático».

Una reacción en cadena
Los resultados de la investigación muestran que hay una interacción clara entre el estrés térmico, la aparición de enfermedades y la mortalidad de los corales. De hecho, el aumento de estas temperaturas y las patologías hace que se produzca una reacción en cadena. Por ejemplo, los corales Goniopora desarrollaron la enfermedad de la banda negra -una degradación del tejido del coral por un consorcio microbiano patogénico que aparece como una estera microbiana migratoria de color rojo oscuro o negro-. De hecho, los investigadores ponen énfasis en el rápido blanqueamiento y el enfermar de los corales que antes se consideraban resilientes, un hecho que hace que la comunidad científica no pueda predecir con exactitud cómo se compondrán los ecosistemas de arrecifes de coral en un mundo en el cual el calentamiento global parece no tener freno.