Los incendios forestales de este verano han sido un tema especialmente determinante a escala política este verano en el Estado español. Ahora un nuevo estudio advierte que la población humana expuesta a los incendios ha aumentado drásticamente, concretamente un 40% y asciende hasta los 440 millones. Los investigadores señalan que el crecimiento poblacional está haciendo que las localidades se expandan cada vez más hacia las comunidades en paisajes propensos al fuego, un hecho que aumenta drásticamente el peligro exponencial de las personas hacia el fuego y los incendios.
Los investigadores centraron su investigación en analizar los datos de la población y más de 18,6 millones de registros de incendios de 2002 a 2021 y muestran que la exposición humana al incendio forestal aumentó en 7,7 millones de personas, un promedio de 382.700 personas por año. En varias zonas de Europa y Oceanía los autores del estudio han advertido que se ha producido una disminución de la exposición a los incendios forestales, ya que ha habido una serie de cambios drásticos en la distribución poblacional, abandonando las zonas rurales para ir hasta las zonas urbanas, un hecho que según los investigadores pone sobre la mesa la importancia de los factores sociales y ambientales, unos factores que juegan un papel crítico en la configuración del riesgo de incendios forestales.
Una amenaza a diversos niveles
La exposición a estos incendios forestales afecta a diversos niveles a los humanos. La vulnerabilidad a la que se están exponiendo los humanos hace que se deba invertir aún más recursos en tareas de prevención y extinción de incendios, pero paradójicamente esta vulnerabilidad es más fuerte en regiones que reciben poca atención internacional y que pueden estar aisladas en el ámbito económico y no tener los recursos necesarios o que la accesibilidad a las zonas más expuestas sea más comprometida.

Entre las técnicas que para los investigadores son clave para luchar contra los incendios está la mitigación proactiva, donde están incluidas técnicas como incendios controlados y pausados, educación pública y soluciones de ingeniería para reducir las igniciones causadas por los humanos. Amir Aghakouchak, profesor de ingeniería civil y ambiental de la Universidad de California en Irvine señala que «a medida que el cambio climático intensifica el clima de fuego y las poblaciones globales continúan expandiéndose a zonas propensas a incendios, la mitigación proactiva será cada vez más crítica para reducir el riesgo de futuros desastres de incendios forestales».

