MonPlaneta
El sistema nervioso tiene un papel clave en los choques anafilácticos

Un equipo de investigadores de la Universidad Duke, en los Estados Unidos, ha descubierto que el choque anafiláctico, una reacción alérgica muy severa que puede llegar a causar la muerte, se produce en parte a causa de una respuesta del sistema nervioso. En un estudio publicado en ‘Science Immunology’, los científicos exponen sus últimos hallazgos, que podrían ayudar a encontrar nuevas dianas terapéuticas y salvar la vida en algunas de las personas que sufren estas alergias tan fuertes.

Una reacción alérgica potencialmente mortal

La anafilaxis es una reacción alérgica grave que tiene, entre sus características más distintivas, una caída repentina tanto de la presión sanguínea como de la temperatura del cuerpo. Normalmente se produce a causa de alergias alimentarias y picaduras de insectos o animales venenosos, y las personas que sufren pueden perder el conocimiento y, si no se las trata, incluso morir.

Una respuesta causada por un error del sistema de termoregulación

Hasta ahora, esta respuesta se había atribuido únicamente a una dilatación repentina de los vasos sanguinins pero, en esta investigación hecha en ratones, los investigadores han observado que, especialmente en el caso de la bajada de la temperatura, hace falta la intervención del sistema nervioso. Concretamente, parece que los nervios sensores involucrados en la regulación termal, especialmente los que sienten las temperaturas altas, envían una falsa señal al cerebro que le hace pensar que hace mucho calor, cosa que provoca una respuesta que hace bajar rápidamente tanto la temperatura corporal como la presión sanguínea.

Frutos secos
Las alergias alimentarias son una de las causas más habituales de anafilaxis

Siguiendo la secuencia entera de una reacción alérgica

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han seguido la secuencia entera a partir del momento en que los alérgenos activan las células inmunológicas que ponen en marcha el proceso de inflamación, picor, dificultades para respirar, caída de la presión e hipotermia. Así se dieron cuenta que uno de los productos químicos que se activan es una enzima que interactúa con las neuronas sensores, especialmente las implicadas en la red de termoregulación del cuerpo.

Una posible diana terapéutica

Cuando es estimulada como parte de una reacción alérgica, esta red recibe la señal de apagar inmediatamente toda fuente de calor del tejido graso marrón, causando hipotermia. La misma activación, además, también hace que la presión sanguínea caiga de golpe. Estos descubrimientos han sido probados en ratones, demostrando que el sistema nervioso, y no solo las defensas del cuerpo, tienen un papel importantísimo en este mecanismo y son una diana terapéutica potencial tanto para la prevención como para el tratamiento.

Més notícies

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa