Un equipo de investigadores de los Estados Unidos han hecho una pasa muy importante para ayudar a reducir la mortalidad que causan los paros cardiacos repentinos. En un artículo publicado en ‘Lancet Digital Health’, no solo han conseguido identificar síntomas que experimentan como mínimo el 50% de los afectados sino, también, que son diferentes según el sexo. Estos indicios de la parada se pueden notar hasta 24 horas antes, dando una ventaja muy grande ante un accidente cardiovascular que, si tiene lugar fuera de un hospital, causa la muerte en más de un 90% de los casos.
En el caso de los hombres, según este trabajo, el síntoma más importante que se está a punto de producir un paro cardiaco es lo dolor en el pecho. Las mujeres, en cambio, el más característico es tener dificultades para respirar. Los investigadores también han detectado otros síntomas en subgrupos poblacionales de ambos sexos, como por ejemplo algunos compatibles con la gripe, palpitaciones y espasmos.

Una herramienta que podría salvar muchas vidas
Con todo ello, se podría ayudar los profesionales que se encargan de la primera respuesta, como por ejemplo los trabajadores de los teléfonos de emergencias médicas, a decidir si hay que intervenir rápidamente, cosa que potencialmente podría salvar muchas vidas. Así pues, este estudio podría ser el inicio de un nuevo paradigma en la prevención de los paros cardiacos repentinos.
Dos grandes cohortes de pacientes que han aportado muchísimos datos
El estudio se ha hecho gracias a los datos de dos grandes cohortes de pacientes, una de las cuales ha recogido datos durante 22 años y la otra durante 8. Gracias a ellas, se ha podido hacer un seguimiento y recoger suficiente información como para empezar a sacar conclusiones. Evaluando la prevalencia de síntomas y conjuntos de síntomas individuales antes del paro cardiaco repentino, se pudieron comparar con los datos de grupos de control.
Los resultados muestran que, en el 50% de los casos de personas que sufrieron un paro cardiaco repentino que tuvo como testigo alguna otra persona o un profesional médico, durante las 24 horas anteriores habían sufrido síntomas que podrían ser un indicio de la aproximación del accidente. Gracias a estos datos, y también a la observación de las diferencias entre los síntomas según el sexo, se podría mejorar mucho la predicción de estos accidentes y reducir la mortalidad, es por eso, concluyen los autores del estudio, que hay que continuar investigando.