Un equipo de investigadores norteamericanos ha conseguido relacionar directamente las olas cerebrales con la memoria. En un artículo publicado en la revista ‘Neuron’, exponen un nuevo descubrimiento que profundiza en el conocimiento que tenemos de estas señales rítmicas de actividad eléctrica al seso, llamadas oscilaciones, y que las causa, una de las grandes preguntas de la neurociencia.
Según afirman los autores de este trabajo, una cosa tan simple como recordar un acontecimiento las puede activar, incluso más que en el momento de vivirlo por primera vez. Los científicos se fijaron específicamente en las llamadas oscilaciones theta, que salen del hipocampo cuando hacemos cosas como explorar, navegar por el entorno o dormir. El hipocampo, además, tiene un papel muy importante en la capacidad de recordar.

Un descubrimiento que cambia la comprensión que teníamos hasta ahora
Hasta ahora se pensaba que el entorno externo era más importante en la hora de activar las oscilaciones theta, pero parece que estos investigadores han probado que la causa principal es la memoria. Los resultados de este nuevo estudio pueden ser claves en la hora de tratar pacientes con daños cerebrales o déficits cognitivos, incluidos quienes han sufrido ataques de feridura o que tienen Parkinson, puesto que la memoria se podría usar para estimular el seso y activar las oscilaciones, cosa que podría mejorarla.
Un experimento que podría ayudar muchas personas
Este adelanto se ha hecho gracias a un experimento donde participaron 13 pacientes que se estaban preparando por una cirugía para tratar la epilepsia que sufren. Como parte del seguimiento, se los implantaron electrodos al seso para detectar si tenían convulsiones, y así también se pudieron registrar las oscilaciones theta al hipocampo. Los pacientes tuvieron que hacer una prueba con realidad virtual comprando en tiendas. Después se los pidió que rehicieran mentalmente el recorrido y compararon las oscilaciones durante la actividad real con la del recuerdo, observando que en este último caso eran más intensas.
Así es como se dieron cuenta de esta relación que, además de permitirnos entender más como funciona el seso, también puede abrir la puerta a compensar la pérdida de funcion cognitive intermediando el entrenamiento y la rehabilitación. Además, los investigadores también quieren repetir la investigación en pacientes que puedan moverse en libertad para comparar las olas en cada caso.