Una nueva vacuna de ARN mensajero reduce en un 44% la recurrencia del melanoma después de haber sido tratado con inmunoterapia. Este dato tan prometedor, anunciada este domingo al encuentro anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer, es el resultado de la fase 2 de ensayos clínicos de un proyecto desarrollado por Moderna y que suponen una promesa muy importante en la lucha contra esta enfermedad.
Esta vacuna de ARN mensajero se basa en la personalización, es decir, que usa las mutaciones únicas del cáncer de cada paciente para atacar estas células y no afectar las sanas. Además, en combinación con ella, los participantes en el estudio, a quien se había extirpado los tumores pero tenían un riesgo alto de recurrencia, recibieron un tratamiento de inmunoterapia con pembrolizumab, que se usa habitualmente en pacientes con melanomas de alto riesgo.

Terapias contra dos maneras como los cánceres ‘se esconden’
Una de las maneras con que el cáncer esquiva las defensas del cuerpo es haciendo que crean que la amenaza ha desaparecido, haciendo que se relaje. El pembrolizumab, en este sentido, lo mantiene más activo, cosa que ayuda a prevenir las recurrencias peró que también hace que algunas personas sufran inflamaciones y síntomas parecidos a los de enfermedades autoinmunes.
Otro mecanismo de protección del cáncer es que, cuando muta, el sistema inmunológico puede dejar de verlo como una amenaza. Aquí es donde entran las vacunas ARN mensajero personalizadas. Una vez extirpada el tumor, se pueden identificar proteínas que le son específicas y que no son presentes a las células sanas. Así se pueden reconocer aunque algunos fragmentos microscópicos hayan quedado en el cuerpo y puedan establecerse en otro lugar.

El uso general de esta terapia podría llegar de aquí tres años
La combinación de ambas terapias ha dado resultados muy prometedores, con solo un 22,4% de los pacientes sufriendo un retorno del cáncer, en comparación con el 40% de quienes solo recibieron la inmunoterapia. Un resultado muy importante porque es la primera vez que se consigue reducir el riesgo de recurrèncien casi un 50%, mostrando la efectividad de la vacuna en la hora de hacer que el propio sistema inmunológico combata las células tumorales e impida que vuelva a ser una amenaza.
El estudio, además, ha personalizado la vacuna en hasta 34 mutaciones diferentes, cosa que permite a las defensas del cuerpo reconocer hasta 34 características del cáncer y atacar las células que hayan podido permanecer al organismo. Este verano se llevará a cabo la fase 3 y, si todo va bien, de aquí a tres años podría ser aprobada, cuando menos en los Estados Unidos, para su uso general. Una gran promesa en la hora de reducir las muertes por melamona, el cáncer de piel más mortal.