Un nuevo avance acerca algo más el desarrollo de terapias que induzcan a morir las células del cáncer. En un artículo publicado en ‘Nature Communications’, un equipo de investigadores anuncia que ha descubierto cuáles son los mecanismos que impiden la supresión de los tumores en la enfermedad y muestran un camino alternativo que podría servir, también, para hacer que las células cancerosas mueran.
Dos tipos de mutaciones que permiten crecer a los tumores
El cáncer es una enfermedad provocada por mutaciones genéticas de las células. Estas mutaciones se pueden dividir en dos grandes categorías: las de los nada supressors de tumores y las de los nada oncògens. En el primer caso, las mutaions pueden permitir que los tumores crezcan sin control, como un coche sin frenos. En el segundo, se puede activar la proliferación celular, como si se pisara el acelerador hasta el fondo.
Las investigaciones en los genes supressors de los tumores se han centrado especialmente en el gen conocido como p53, el que muta más habitualmente en cánceres humanos. Durante los últimos 20 años se ha mirado de encontrar maneras de reactivarlo y, a pesar de que estas terapias lo han conseguido, en general no eliminan el cáncer. Si bien durante un tiempo para el crecimiento del tumor, parece que finalmente las células mutan y acontecen resistentes al tratamiento.
Un mecanismo para causar la muerte celular
En este nuevo estudio, los investigadores han observado qué es el que hace que la activación del gen p53 no provoque la muerte de las células y, además, han demostrado que inhibir dos represores de este gen puede provocar la muerte de las células del cáncer activando una red de genes complementarios denominada Respuesta Integrada al Estrés. Bloqueando estos dos represores, MDM2 y PPM1D, el p53 funciona mucho mejor, en un descubrimiento que supone una pasa importando en el desarrollo de terapias más efectivas basadas en la activación de este ene.
La Respuesta Integrada al Estrés es una vía de señalización que estimula una proteína llamada ATF4 y que, en colaboración con le gen p54, causa la muerte de las células cancerosas. En el laboratorio, no solo se ha visto que era uno camino terapéutico prometedor para varios tipos de cáncer sino, incluso, que lo Nelfinavir, un fármaco aprobado inicialmente para tratar la infección por VIH, activa la Respuesta Integrada al Estrés y que, por lo tanto, podría ser una gran ayuda.
Un avance que podría ser muy importante
Así pues, este estudio supone un paso adelante en una vía de investigación del cáncer, la restauración de la actividad del gen p53 por induïr la regresión de los tumores, que ha estado una de las más importantes de las últimas décadas. Gracias a este descubrimiento, las terapias basadas al explotar este punto débil de los cánceres son algo más cerca de ser una realidad.
