La metmorfina, un fármaco que se acostumbra a usar para regular los niveles de azúcar en sangre de las personas con diabetes, también puede prevenir muchos problemas musculares como la atrofia o la fibrosis. Esta es la conclusión a que ha llegado un equipo de investigadores norteamericanos que, en un artículo publicado en ‘Aging Cell’, explican cómo este medicamento podría ser un gran aliado no solo contra la diabetes sino en otros campos, como por ejemplo ayudante a las personas grandes a recuperarse más rápidamente de lesiones o enfermedades.
Una nueva aplicación después de medio siglo de uso
A pesar de que hace más de medio siglo que se usa, hasta ahora no se habían descubierto las aplicaciones a nivel celular de la metmorfina. Tal y como explican los autores de este estudio, el fármaco puede actuar sobre las células senescents, que segregan factores asociados en la inflamación y que se relacionan con los tejidos fibróticos, y el endurecimiento de los tejidos.
Los investigadores están interesados en las aplicaciones clínicas de este hallazgo ayudando, por ejemplo, a que las personas grandes se recuperen mejor de algunas cirugías que, en su edad, pueden ser problemáticas. A medida que envejecemos, es más probable que caigamos, seamos hospitalizados o desarrollamos enfermedades crónicas, un problema que la falta de actividad muscular empeora.

Las células senescents y la metmorfina
Las células senescents, por otro lado, no siempre son perjudiciales, sino que hay un nivel óptimo en que son beneficiosas. En personas más jóvenes y sanas, por ejemplo, la senescencia a corto plazo ayuda a recuperarse de las lesiones y, de hecho, bloquear completamente este efecto impide que el cuerpo se cure. En personas jóvenes, pues, los ayuda a recuperarse de la carencia de actividad muscular. En personas más grandes, pero, en el cuerpo le cuesta más deshacerse de estas células y se acumulan, haciendo que la recuperación sea mucho más lenta.
La metmorfina puede ser una gran ayuda en estas situaciones. Después de demostrar el potencial en estudios preclínicos, los investigadores hicieron un estudio a lo largo de varias semanas en 20 hombres y mujeres de edad avanzada. Los resultados muestran que tomar metmorfina durante el periodo de reposo después de una lesión reduce la atrofia muscular y que, durante la recuperación, también se reduce la fibrosis y el exceso de colágeno, que hacen más difícil el buen funcionamiento de los músculos.
Un adelanto que puede ser muy importante
Este estudio es lo primero que consigue relacionar directamente una terapia dirigida a la senescencia celular y una mejora de la recuperación muscular después de la inactividad en personas de edad avanzada. Así pues, es la primera pasa para desarrollar nuevos tratamientos, quienes sabe si combinadas con otros fármacos, que aceleren la recuperación de las lesiones de las personas grandes y, por lo tanto, les den una mejor calidad de vida durante más tiempo.