Hacer ejercicio por las mañanas podría ser la mejor manera de eliminar grasa corporal. Así lo afirma un estudio publicado hace poco a ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ que demuestra, cuando menos en experimentos en ratones, que los efectos de la actividad física no son iguales en todas las horas del día, cuando menos en cuanto a la reacción de la grasa.
Los ratones, un modelo muy útil
Usar ratones en estudios sobre el cuerpo humano es habitual porque, en general, los genes que encontramos en las personas tienen una versión en este roedores. Así, el que se observa en ellos es muy probable que tenga una correlación en el que nos pasaría a nosotros en las mismas circunstancias. En este caso, cuando se sometió un grupo de estos animales a una sesión de ejercicio por la mañana y otro a una sesión de ejercicio por la tarde.
Cambios según la hora del día
Al hacerlo, los investigadores vieron como había cambios en la manera como los genes de los tejidos adiposos respondían a la actividad física intensa. Los tejidos adiposos liberan ácidos grasos a la sangre, que dónen en el cuerpo la energía para hacer ejercicio a la vez que reducen la medida de las células de grasa. En los ratones que hacían ejercicio por la mañana, los niveles de estos ácidos grasos eran más altos durante las 12 horas posteriores al ejercicio mientras que, en los que lo hacían por la tarde, no era así.
En resumen, parece que el ejercicio por la mañana los hace ‘quemar’ el doble de grasa que no hacerlo por la tarde, mediante un proceso que también ayuda a la regulación del azúcar y que, por lo tanto, no solo es beneficioso por el peso o por la cantidad de grasa corporal sino que también tiene otros efectos positivos para la salud.
El ciclo circadiano es importante para muchas funciones del cuerpo
De hecho, hay otros estudios recientes que apuntan que la hora en que se hace ejercicio es importante en muchos tejidos, como los músculos o el hígado, que también afecta la manera como el cuerpo responde a la insulina. Todo ello podría tener que ver con el ciclo circadiano, el ‘reloj biológico’ de nuestro cuerpo que coordina el metabolismo con los cambios en la luz, las comidas y el movimiento, afectando las hormonas, la temperatura corporal e incluso la sensibilidad al sonidos.
La grasa, pues, funciona siguiendo este mismo ciclo, y parece que por la mañana las células adiposas están programadas para quemar más grasa. Esto es, probablemente, nuestro cuerpo obtiene la energía para hacer ejercicio de los alimentos que hemos ingerido durante las últimas horas y que, si no hay, generalmente usa los ácidos grasos de los tejidos adiposos.
A partir de aquí, los investigadores pensaron que quizás, si no daban nada por comida a los ratones antes del ejercicio, quemarían todavía más grasa. Los ejercicios demostraron que efectivamente era así pero que, en general por la mañana el ciclo circadiano es quien controla de donde se obtiene la energía, independientemente de si hemos almorzado o no.
Hacer ejercicio siempre es una buena idea
En cualquier caso, los investigadores recomiendan estar activo y hacer ejercicio físico en el momento del día que se pueda. Sea más o sea menos, es una gran manera de eliminar el exceso de grasa y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipos 2, además de otros muchos beneficios para la salud del cuerpo y la mente. Si se hace por la mañana, pero, es posible que ayude a quemar más grasa.
