Un equipo de investigadores de la Universidad de Münster, en Alemania, han anunciado mediante un artículo publicado en ‘Nature Communications’ que han encontrado el punto débil del virus de la gripe. Este descubrimiento, que puede abrir la puerta a frenar la proliferación del patógeno, tiene un potencial enorme contra él. Los fármacos elaborados a partir de él, además, serían muy resilientes contra las rápidas mutaciones del virus y, por lo tanto, podrían cambiar la manera como nos enfrentamos.
Fármacos que podrían frena el virus aunque mute
Los virus de la gripe son cada vez más resistentes a los medicamentos que usamos contra ellos y, por lo tanto, hacen falta nuevos ingredientes activos que lo ataquen desde lugares diferentes. En este estudio, los científicos han descubierto que la proliferación del virus depende de varias modificaciones de su polimerasa a través de enzimas a las células huésped. El trabajo ha conseguido elaborar un mapa completo de estas modificaciones y ha apunta que usar fármacos contra estas enzimas permitiría frenarlo aunque el virus mute.
Dejar de ir ‘a remolque’ de la gripe
Con esto, se conseguiría eliminar en gran parte la presión que supone la gripe estacional para los hospitales. A pesar de las campañas de vacunación, las personas las vulnerables continúan corriendo el riesgo de sufrir gravemente la enfermedad. Su capacidad de mutar rápidamente, además, la hace todavía más peligrosa y resistente a las medicinas, y es por eso que hacen falta nuevas maneras de atacar el virus y que duren cuanto más tiempo mejor, para tener tratamientos efectivos y no tener que ir siempre ‘a remolque’ del patógeno.
Un talón de Aquiles para acabar con la enfermedad
Los investigadores han detectado 59 modificaciones específicas de la polimerasa del virus de la gripe, la enzima responsable de la producción de copias del genoma del virus. Como que estas modificaciones son transmitidas por proteínas del huésped, y no por proteínas virales, no pueden mutar rápidamente. Parando este proceso, pues, el virus no puede proliferar y la infección se acaba rápidamente. El trabajo, pues, podría haber encontrado el talón de Aquiles de la gripe, poniendo fin en gran medida a la amenaza que supone.
