Un equipo de investigadores del Canadá han descubierto una nueva terapia para la somnolencia diurna excesiva (SDE), un problema que afecta los pacientes de apnea obstructiva del su (AOS). En un artículo publicado a ‘Annals of Internal Medicine’, los dos autores del estudio afirman que el solriamfetol es el tratamiento más efectivo para este problema de salud que no siempre se arregla durmiendo con una máscara de presión positiva a las vías respiratorias.
Este tipo de máscaras son empleadas para ayudar a la respiración durante el sueño, pero sin embargo hay personas que sufren AOS que continúan sufriendo de somnolencia durante el día, y es por eso que este nuevo trabajo recomienda el uso de este fármaco contra la fatiga para poner remedio. Así, los pacientes que continúan sintiéndose cansados podrían mejorar su calidad de vida.
Un problema que afecta 1.000 millones de personas en el mundo
La apnea obstructiva del sueño es un problema mucho más extendido del que nos pensamos puesto que, a pesar de que hay muchas personas diagnosticadas, hay muchas más que no saben que lo sufren. De hecho, se cree que hay casi 1.000 millones de personas en el mundo afectadas. Además de la asociación entre la AOS y varios problemas de salud que van de los cardiovasculares a la degeneración cognitiva, la somnolencia diurna excesiva también es un problema importante, puesto que hace que sean menos productivas y los pone en riesgo de sufrir accidentes, por ejemplo.
Un medicamento que habría que investigar en profundidad
Es por eso que los investigadores revisaron 14 ensayos clínicos de fármacos contra la fatiga, que suman un total de más de 3.000 participantes, y también analizaron varias bases de datos médicas disponibles. Según sus resultados, si bien el armodafinil y lo pitolisant son efectivos contra la fatiga, el solriamfetol es el medicamento más efectivo contra la SDE.
Sin embargo, los autores de este estudio también apuntan que el solriamfetol puede aumentar la presión arterial, cosa que podría resultar problemática en personas que sufren AOS, y que habría que hacer más investigación para ver si se podría usar de manera eficiente. Además, también apuntan que los fármacos contra la fatiga podrían ser útiles para tratar enfermedades relacionadas como ahora la fatiga crónica o la Covid persistente, abriendo la puerta a una mejora más extendida de la calidad de vida.
