Un equipo de investigadores liderados por la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han descubierto una conexión oculta entre el cáncer y la diabetes. Según explican en un artículo publicado en ‘Acta Oncologica’, la resistencia en la insulina es un elemento común entre la diabtetis tipo 2 y los cánceres que, además, puede facilitar la propagación de los tumores.
Un siglo de investigación
Uno de los primeros descubrimientos que se hizo sobre el cáncer, en los años 20, fue que su orina hacía un olor dulce. Después de la sorpresa inicial, concluyeron que esto era a consecuencia de unos niveles elevados de azúcar a la sangre, cosa que sugería que, de alguna manera, la enfermedad los alteraba. Ha tenido que pasar todo un siglo, pero, porque se haya podido responder esta pregunta, después de años estudiando la conexión entre el cáncer, la insulina y el azúcar.

Una conexión muy importante
Al parecer, en pacientes de cáncer, las células no responden bastante bien a la insulina y, por lo tanto, hace falta más para conseguir el mismo efecto que en una persona sana. Un efecto que se produce de manera muy parecida en las personas que sufren diabetes tipos 2. En este darer caso, los síntomas como el cansancio o el aumento de la sed y la cantidad de orina aumentan lentamente y hacen difícil el diagnóstico. En el cáncer todavía puede ser más difícil porque algunos de los síntomas, como el cansancio, ya son presente antes por la misma enfermedad.
Además de este problema, pero, hay otro, y es que la resistencia a la insulina puede hacer que las células del cáncer se multipliquen. Tal como se ha visto en estudio anteriores, la insulina es una hormona del crecimiento y tiene el mismo efecto en las células tumorales. Así pues, si hay más insulina, se reproducen más rápidamente, cosa que, evidentemente, puede ser un problema muy importante. No solo esto, sino que la resistencia a la insulina también puede influenciar la acumulación de proteínas a los músculos, perdiendo fuerza y demasiado muscular y añadiendo todavía otro problema de salud a los pacientes de cáncer.

Recomendaciones para los oncólogos y proyectos de futuro
Así pues, la combinación de resistencia a la insulina y cáncer es nefasta, y es por eso que los investigadores recomiendan a los oncólogos que, en lo sucesivo, controlen a menudo el nivel de azúcar en sangre de los pacientes, incluso cuando parece normal, porque a menudo el cuerpo compensa la resistencia a la insulina produïnt-ne más, cosa que puede tener muchos efectos perjudiciales. En caso de que se detecte la resistencia, además, hay que tratarla inmediatamente, cosa que, dichosamente, se puede hacer gracias al conocimiento acumulado sobre la diabetes tipo 2.
El siguiente será ver cuáles son los pacientes que tienen más riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, si hay algún tipo de cáncer específico, factores de riesgo, o bien si el tratamiento tiene algo a ver. Una vez esto se haya conseguido, se podrán hacer más estudios y mirar de comprobar si los tratamientos tienen efectos positivos en el pronóstico de los pacientes.