Un equipo de investigadores de la Universidad del Ruhr de Bochum, en Alemania, ha creado un agente anticáncer que tiene la propiedad de acumularse a los tumores y que se puede activar usando ultrasonidos. Presentado en un artículo en la revista ‘Angewandte Chemie’, gracias a él, en el futuro, se podrían evitar los fuertes efectos secundarios asociados a la quimioterapia.
Unos fármacos eficaces pero con muchos efectos secundarios
Los complejos de platino -cisplatino, oxaliplatí, carboplatino- son entre los fármacos más empleados en la quimioterapia contra el cáncer. Si bien son eficaces, tienen efectos secundarios muy importantes, como por ejemplo náuseas, vómitos, daños renales y pérdida del muelle del òs. Es por eso que se ha mirado de crear este nuevo complejo estable e inactivo, el efecto del cual solo empieza donde y cuando se desea. Así, a los tejidos sanos son completamente inocuos y en cambio, a los tumores, desatan su poder destructor.
Si los estudios anteriores se habían centrado en la activación mediante la luz, que solo puede penetrar unos cuántos milímetros en los tejidos, ahora se ha desarrollado un nuevo tratamiento activado con ultrasonidos, que podan penetrar muchos centímetros y, por lo tanto, permitir aplicar esta terapia incluso en personas con tumores gordos y profundos. Para conseguirlo, han combinado este complejo de platino con elementos sensibles al sonido, para que pueda ser activado selectivamente.

Los resultados en ratones avalan esta nueva terapia
Para hacerlo efectivo, los imvestigadors han encapsulado el complejo de platino y los elementos sonosensitius en hemoglobina, formando nanopartículas. En experimentos en ratones, han podido ver como estas partículas se acumulaban selectivamente a los tumores después de ser inyectados a la sangre, demostrando que es un tratamiento dirigido. Después de la irradiación con ultrasonidos, el fármaco se activó, liberando compuestos tóxicos para las células y destruïnt el tumor casi del todo.
Con estos resultados, podríamos ser ante un nuevo camino para el desarrollo de técnicas para tratar tumores muy gordos o muy profundos de manera fácil y poco invasiva. Una gran ventaja, además, es que la activación por ultrasonidos se puede llevar a cabo con la equipación de que ya disponen los hospitales. Así pues, a pesar del trabajo que queda para hacer, parece que hay una nueva esperanza.