El yacimiento de Castle Bank, en Gales, contiene los restos de algunos de los animales más antiguos de la Tierra. En un nuevo estudio publicado en ‘Nature Ecology & Evolution’, se explica cómo se han encontrado restos de gusanos, estrellas de mar, esponjas, percibas y animales extrañísimos que no se pueden comparar con nada que haya a día de hoy, que vivieron hace 462 millones de años y de que se han preservado los tejidos blandos como los ojos, los nervios, los intestinos y el cerebro.
Estos restos son especialmente importantes porque son de una época en que prácticamente no había vida a tierra firme y la mayoría se encontraba en los mares y, también, porque da una visión mucho más completa, más allá de los organismos con caparazones y huesos, que es más probable que se hayan preservar hasta nuestros días. Descubierto en 2013, hasta ahora no se había hecho un estudio en profundidad pero, a partir de la pandemia de Covid-19, se han ido descubriendo animales con tejidos blandos que han permitido dar un vistazo totalmente nuevo a una época remota de la historia de nuestro planeta.
Una época importantísima de la evolución de los seres vivos
Este periodo es conocido como el Ordovicià, un momento en que, después de la explosión cambriana, la Tierra había desarrollado ecosistemas muy diferentes. En este caso, la mayoría de los 170 animales que se han descubierto al yacimiento son muy pequeños, de entre 1 y 5 milímetros, y la mayoría tenían cuerpos completamente blandos o tenían exoesqueleto. La mayoría, además, también son de especies desconocidas hasta ahora y de un periodo de que prácticamente no hay restos de animales.
Así pues, y más allá de los hallazgos que se han hecho hasta ahora, el yacimiento de Castle Bank podría continuar abriéndonos una ventana a este momento tan importante de la evolución de los organismos vivos de nuestro planeta, especialmente de los animales. Quién sabe si, incluso, nos podría permitir resolver algunos enigmas sobre cómo evolucionaron algunos rasgos característicos de los animales que viven hoy. Al fin y al cabo, son de una época en que muchos de estos rasgos aparecieron por primera vez.
