Un nuevo estudio publicado en la revista científica The Lancet señala que se podría prevenir el VIH con una sola inyección de lenacapavir anual. Los investigadores, que aún se encuentran en la primera fase del ensayo, se han centrado en ver cómo procesa el cuerpo este medicamento y los resultados muestran que la cantidad de lenacapavir en sangre que genera esta inyección es suficientemente alta para poder prevenir el VIH. Este estudio podría ser un verdadero punto de inflexión en la lucha contra una enfermedad que ha causado la muerte de más de 40 millones de personas y que contagia a más de un millón de personas cada año. El estudio solo ha medido la seguridad y la respuesta fisiológica que el organismo da a esta inyección. Los investigadores señalan que para poder medir la eficacia de esta inyección para prevenir el VIH se necesitan estudios mucho más amplios.
El estudio inyectó el lenacapavir a 40 participantes de entre 18 y 55 años que no estaban contagiados de VIH y recogieron las muestras para evaluar su seguridad y cuál era la reacción del cuerpo a esta inyección. Los investigadores concluyen que la medicación fue bien tolerada y no detectaron problemas de seguridad significativos.

¿Qué es el lenacapavir, el medicamento que puede revolucionar la lucha contra el VIH?
El lenacapavir, es un antiviral de la farmacéutica Gilead que ya se utiliza en tratamientos que combinan otros antirretrovirales y se aplica en personas con una enfermedad resistente a la medicación. La administración del lenacapavir con una inyección permitiría evitar los problemas de adherencia al tratamiento que pueden tener otros fármacos contra el VIH como la Truvada, un medicamento que debe tomarse diariamente para reducir el riesgo de contagio. Este tratamiento, sin embargo, cuenta por el momento con una barrera sustancial como es su costo (20.000 euros en España y más del doble en Estados Unidos). La utilización de este fármaco puede presentar, por otro lado, efectos secundarios -no graves- como son reacciones en el lugar de la inyección y náuseas, aunque también podría desencadenar un síndrome de reconstitución inmunitaria.
