Un nuevo estudio impulsado por las Universidades de Tubinga, Bonn y Jena ha evidenciado que la sociedad de Troya consumía vino en todos sus estamentos. Por primera vez en la historia se ha encontrado evidencia química de que se bebía vino tanto en la élite troyana como en el pueblo llano. En el poema de Homero, La Ilíada, se menciona una copa, la copa depas (depas amphikypellon), un elemento hecho de arcilla de entre 12 y 40 centímetros, que tenía dos asas y una capacidad de entre 0,25 y 1 litro. En Troya se han encontrado más de un centenar de copas que datan de entre el 2500 y 2000 a.C.
Los investigadores tomaron una muestra de una copa depas y otros hallazgos realizados por el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann. Durante la investigación calentaron estas muestras a 380 °C y estudiaron la mezcla obtenida gracias a la cromatografía de gases (GC) y espectrometría de masas (GC-MS). Maxime Rageot, investigador de la Universidad de Bonn, señala que «la evidencia de la presencia de ácidos succínico y pirúvico fue concluyente: solo se producen durante la fermentación del mosto de uva. Por lo tanto, ahora podemos afirmar con certeza que el vino se bebió de las copas depas, no solo el mosto de uva».
Una bebida que no entendía de clases
Troya fue una de las ciudades más importantes de la Edad de Bronce. Su mística, recogida en los artículos de los historiadores griegos, y su posterior fama gracias a la película de cine la ha convertido en uno de los lugares más visitados de Turquía. Durante la Edad de Bronce el vino era considerado una de las bebidas de lujo, era la bebida más cara de la época, y la copa depas era uno de los recipientes más preciados de la sociedad de entonces. Que la copa depas se encontrara en templos y palacios llevó a los investigadores a hacer esta afirmación.
En esta nueva investigación también se han analizado las copas más comunes que se encontraron en el asentamiento exterior de Troya. «Estas copas también contenían vino» afirmó el doctor Stephan Blum, coautor del estudio del Instituto de Prehistoria, Historia Temprana y Arqueología Medieval de la Universidad de Tubinga. Blum, además, añade que «es evidente que el vino también era una bebida cotidiana para la gente común».
