Un ensayo clínico promovido por el Institut Català d’Oncologia (ICO) y liderado por el ICO y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas podría haber abierto una nueva puerta en la lucha contra el cáncer de mama. Los resultados preliminares de este ensayo muestran que el Denosumab, un fármaco utilizado contra la osteoporosis, puede servir también en la lucha contra el cáncer de mama, ya que aunque no reduzca la proliferación de las células cancerosas el fármaco actúa como un estimulante de la respuesta inmune antitumoral.
Los investigadores evaluaron los efectos biológicos en 60 mujeres que sufrían de cáncer de mama en fase inicial de la enfermedad y que aún no habían comenzado ningún tratamiento. Todas ellas esperaban operarse para extraer el tumor. A las 60 mujeres les administraron dos dosis de 120 mg de denosumab, con 7 días de diferencia, en el grupo tratado, y ningún tratamiento en el grupo control.
Las diferencias después del tratamiento
Una vez finalizada la administración del fármaco, los investigadores compararon las muestras sanguíneas y biopsias tomadas en el momento del diagnóstico y las muestras que se recogieron unas semanas después de administrarse el fármaco. Los resultados de la comparación entre unas muestras y otras muestran que se produjo un aumento del número de células inmunitarias infiltrantes en el tumor para combatir el cáncer. A pesar de los buenos resultados, los investigadores señalan que la administración del fármaco no está relacionada directamente con una reducción de la proliferación ni de la supervivencia de las células cancerosas.

Este aumento de las células inmunitarias se pudo observar en todos los subtipos de cáncer de mama evaluados, pero en el subgrupo de tumores luminales del tipo b -un subtipo agresivo con menor sensibilidad hormonal, más proliferación y riesgo de recurrencia- se experimentó un aumento más significativo.
