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Un estudio revela nuevos detalles sobre el origen de la lepra

La lepra es una enfermedad desatendida que cada año afecta a miles de personas en todo el mundo. Concretamente, se reportan unos 200.000 casos nuevos cada año y es fácilmente reconocible por las úlceras cutáneas, la degeneración nerviosa y la debilidad muscular, y es considerada una enfermedad traída de América por los colonizadores europeos.

La infección de la lepra es causada por la bacteria Mycobacterium leprae, y ahora los investigadores del Instituto Pasteur, el CNRS y la Universidad de Colorado junto con otras instituciones científicas europeas y americanas han señalado que una segunda bacteria, el Mycobacterium lepromatosis, infectó a los humanos al menos desde hace mil años, siglos antes de que los europeos llegaran a América. A pesar de su larga trayectoria vírica, los investigadores señalan que el M. leprae sigue siendo la causa principal de infección de la lepra.

Más de 800 muestras estudiadas

Los investigadores analizaron el ADN de cerca de 800 muestras tanto de restos antiguos como de casos clínicos actuales y han podido confirmar que el M. lepromatosis se había extendido por América del Norte y América del Sur mucho antes de que los primeros colonizadores europeos llegaran al continente. La doctora Maria Lopopolo, primera autora del estudio e investigadora del Laboratorio de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur asegura que «este descubrimiento transforma nuestra comprensión de la historia de la lepra en América» y que estos hallazgos demuestran que «una forma de la enfermedad ya era endémica entre las poblaciones indígenas mucho antes de la llegada de los europeos».

La nueva investigación muestra que la lepra ya estaría extendida mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos | Wikimedia Commons
La nueva investigación muestra que la lepra ya estaría extendida mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos | Wikimedia Commons

Cabe destacar que el Mycobacterium lepromatosis fue descubierto en el año 2008 en Estados Unidos en un paciente mexicano. Ocho años más tarde, en 2016, también detectaron esta bacteria en varias ardillas rojas de las Islas Británicas. Nicolás Rascovan, autor principal del estudio y jefe del Laboratorio de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur, señala que «estamos empezando a descubrir la diversidad y los movimientos globales de este patógeno recientemente identificado. El estudio nos permite plantear la hipótesis de que podría haber reservorios animales desconocidos»

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