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Será posible cuantificar cuántos micro y nanoplásticos hay en el agua

El estudio realizado por el Instituto de Diagnosis Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) permitirá saber cuántos micro y nanoplásticos hay en el agua embotellada gracias a la metodología de alta resolución hecha por la IDAEA. Con esta metodología se han podido cuantificar partículas plásticas extremadamente pequeñas, entre los 0,7 y los 20 micrómetros, además de identificar los aditivos químicos liberados por estos micro y nanoplásticos.

¿Cuántos hay en un litro de agua embotellada y cuántos en uno del grifo?

Los resultados obtenidos del estudio informan que un litro de agua embotellada podemos encontrar una concentración mediana de 358 nanogramos de micro y nanoplásticos, una cantidad que es muy similar a la que se obtuvo en un estudio previo hecho por el mismo grupo respecto al agua del grifo. ¿Donde encontramos la gran diferencia, pues? No es en la cantidad, es en el tipo de polímero que se detecta en este litro de agua. Cristina Villanueva, investigadora de la ISGlobal y autora de la investigación, señala que «en el agua de grifo encontramos más polietileno (PE) y polipropileno (PP), mientras que en el agua embotellada hemos detectado mayoritariamente polipropileno tereftalato (PEDO), aunque también polietileno”.

En el agua del grifo hay más polietileno (PE) y polipropileno (PP) | Pixabay

En declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias, Marinella Farré, investigadora de la IDAEA-CSIC y autora del trabajo, ha explicado que la gran mayoría de los estudios cuantifican los micro y nanoplásticos centrándose en el número de partículas que encontramos en un volumen determinado. La nueva metodología supone una pasa más, puesto que permite calcularlas por unidad de masa. Farré ha asegurado que «este método es un gran adelanto, puesto que podemos cuantificar partículas de diferentes formas y de tamaños extremadamente pequeños«.

280 muestras de 20 marcas diferentes

El equipo que ha realizado la investigación lo ha hecho a partir de 280 muestras extraídas de botellas de 1,5 y 0,5 litros de 20 marcas comerciales diferentes. Si se considera que un adulto bebe dos litros de agua al día, se calcula, según las autoras, que se ingieren unos 262 microgramos de partículas plásticas cada año. Marta Llorca, investigadora de la IDAEA-CSIC y autora del estudio, ha señalado que no hay ningún límite establecido por la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea sobre la cantidad máxima segura de ingesta de estas partículas, y apunta que el nuevo sistema podría ser claro para poder establecer este límite teniendo en cuenta la masa del polímero, y no el número de partículas.

Además de las partículas, el estudio también ha detectado 28 aditivos plásticos en las muestras extraídas del agua embotellada. Estos compuestos químicos son, la gran mayoría, estabilizantes y plastificantes añadidos al polímero plástico principal con la intención que tenga más resistencia, dureza o flexibilidad.

Unos plastificantes que pueden tener una elevada toxicidad para las células, puesto que según apunta Farré «nuestro estudio de toxicidad mostró que tres tipos de plastificantes presentaban un mayor riesgo para la salud humana y, por lo tanto, tendrían que ser considerados en los análisis de riesgo para los consumidores«.

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