El anuncio del descubrimiento en Indonesia de una pirámide enterrada que podría tener 27.000 años de antigüedad ha sacudido el mundo de la arqueología, generando una grande polémica y suspicacias por parte de los expertos. En un artículo publicado a ‘Archaeological Prospection’, un equipo de investigadores afirma que en el yacimiento prehistórico de Gunung Padang, en la isla de Java (Indonesia) hay una pirámide construida mucho antes que la pirámide del faraón egipcio Djoser, de hace 4.600 años; e incluso anterior al santuario de Göbekli Tepe, al actual Turquía, que tiene unos 11.000 años de antigüedad.
Un descubrimiento que podría cambiarlo todo pero que despierta muchas dudas
Si todo ello fundido cómo afirman los autores del artículo, haría falta repensar la historia de la civilización en el sudeste asiático y, quizás, en todo el mundo. Construir una pirámide como la que parece que se ha encontrado requeriría unos conocimientos técnicos fuerza avanzados, pero es precisamente esto el que hace dudar a los arqueólogos. A la postre, otras excavaciones han demostrado que hace entre 12.000 y 6.000 años, mucho después de la supuesta construcción de la pirámide, los habitantes de la región vivían en cuevas, y no se ha encontrado cabe otra prueba de masonería compleja.

La supuesta historia de Gunung Padang
El yacimiento de Gunung Padang contiene cinco terrazas de piedra con muros de contención y escalas que las conectan, todo ello construido a la cumbre de un volcán extinguido. Al analizar con varias técnicas que había bajo estos restos, los autores de este estudio concluyeron que había cuatro capas diferentes que corresponden a cuatro fases constructivas, la más antigua de las cuales es un núcleo de lava endurecida que, afirman, fue «esculpido meticulosamente».
Esto habría pasado hace entre 27.000 y 16.000 años, según el artículo, que obtuvo un núcleo de roca para datarlo con radiocarboni. Deprés, se habrían añadir rocas como si fueran totxanes, en un proceso que habría durado hasta hace 7.500 años, y finalmente se habría añadido una capa final, hace entre 4.000 y 3.100 años, en una etapa de la construcción en que también se habría dado forma a las terrazas y los otros elementos que son visibles a día de hoy.

Los arqueólogos niegan la validez de las conclusiones
Sin embargo, un artículo publicado en ‘Nature’ cita varios arqueólogos que argumentan que no hay pruebas que ninguno de las capas de material enterrado sea de origen humano y no formado por el desgaste y el movimiento de las rocas con el tiempo. Los estudios no han encontrado ningún indicio de presencia humana en aquellas capas, como por ejemplo carbón vegetal, fragmentos de hueso o herramientas, que permitan afirmar con más seguridad que las estructuras detectadas fueron hechas por las manos de personas.
Un personaje sospechoso
También hay, además, un detalle importante en el artículo que llama la atención. Uno de los lectores-correctores del artículo, tal como consta en su publicación, es el autor británico Graham Hancock, un gran defensor de la teoría de historia alternativa que afirma que hace más de 10.000 años existió una civilización global avanzada que desapareció a finales de la última glaciación. El yacimiento de Gunung Padang, de hecho, aparece a su documental ‘Ancient Apocalypse’, de 2022.
Las pruebas arqueológicas concluyentes de que disponemos a día de hoy, pero, afirman que la transición de las sociedades de cazadores-recolectores a las sociedades complejas en asentamientos grandes empezó con el Holoceno, hace 11.700 años. Fue a partir de entonces que empezaron a aparecer las primeras ciudades, los primeros estados, las primeras formas de escritura y, en fin, las civilizaciones antiguas.
La revista ha abierto una investigación
La polémica causada por este artículo, de hecho, ha estado tan grande que incluso la misma revista ‘Archaeological Prospection’ y su editor, el emprea Wiley, han puesto en marcha una investigación, a pesar de que no han explicado cuáles son los elementos del proceso de redacción, revisión y publicación del estudio que los preocupan en concreto.
