El investigador francés Claude Lorius, uno de los pioneros en el estudio del cambio climático, murió este jueves en la edad de 91 años. El glaciòleg, a través de sus expediciones en la Antártida, consiguió demostrar que el calentamiento de la Tierra estaba siendo causado por los humanos. Fue el 1965 cuando, según explicó él mismo mucho más tarde, una tarde de copas con sus compañeros lo llevó a tener la idea que permitió probar claramente la influencia humana en el aumento de las temperaturas.
22 expediciones a Grenlàndia y la Antártida
Apenas acabar los estudios universitarios, en 1956, Lorius hizo la primera de sus 22 expediciones a Grenlàndia y en la Antártida. En aquella primera ocasión, junto con dos compañeros, vivió al continente helado durante dos años, a pesar de tener una cantidad limitada de suministros y una radio que no funcionaba y estas sometidos a temperaturas que podían llegar a los 40 °C bajo cero. Después de esta primera experiencia, su amor por la ciencia y la aventura, y la fascinación que le despertó la Antártida, hizo que volviera una y otra vez.

Una idea que cambió el mundo
El 1965, pero, un hecho casual lo llevó, como quien no quiere la cosa, a revolucionar el estudio de nuestro planeta. Tal como explicó él mismo muchas décadas más tarde, un anochecer, después de trabajar «bebimos una copa de whisky donde habíamos puesto cubitos de hielo antiguo». Al ver las burbujas que subían adentro del vaso, de golpe se le acudió que eran muestras de la atmósfera atrapadas al hielo y se dio cuenta que esto tenía un potencial científico enorme. Fue Lorius, pues, el inventor de la técnica de extraer columnas o núcleos de hielo y analizarlas cómo si fueran cápsulas del tiempo, para extraer información sobre cómo era la Tierra en el momento que se formaron.

Lo primero a demostrar la relación entre emisiones de CO₂ y calentamiento global
Sus investigaciones sobre las burbujas de aire atrapadas al hielo continuaron hasta que, finalmente, fueron publicadas en 1987. En aquel estudio, Lorius mostraba cómo, si bien las concentraciones de dióxido de carbono a la atmósfera se habían mantenido estables durante muchísimo tiempo, de la Revolución Industrial acá se habían disparado prácticamente en la misma medida en que habían aumentado las temperaturas globales.
El primer experto del IPCC
Su investigación, pues, fue la que permitió que, hasta día de hoy, se usen los núcleos de hielo para estudiar decenas de miles de años de historia de nuestro planeta a través de las burbujas de aire que hay atrapadas. Claude Lorius, por su parte, se convirtió en un activista contra el cambio climático desde el mismo momento de hacer su descubrimiento y de hecho, el 1988, fue el primer experto del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC).