El agua es un elemento fundamental para la subsistencia de la especie humana. Un nuevo estudio elaborado por miembros de la Universidad de Arizona State (ASU) señala que el planeta se está quedando sin agua dulce a un ritmo alarmante debido al cambio climático, las sequías derivadas de este y el uso desmesurado de las aguas subterráneas. Después de dos décadas de estudio de las imágenes por satélite, los investigadores señalan que esta pérdida de agua dulce es la mayor desde el año 2002 y destacan que hay cuatro regiones del mundo situadas en el hemisferio norte que han sufrido «megasequías» a escala continental, un hecho que puede acarrear consecuencias extremadamente graves para la seguridad hídrica, la agricultura y la estabilidad global del planeta.
Los investigadores, además, señalan que hay un problema acentuado, ya que el 75% de la población mundial vive en 101 países que han estado perdiendo agua dulce durante los últimos 22 años, un hecho grave al que se suma las perspectivas de crecimiento de la población mundial durante los próximos 50 años. Hrishikesh A. Chandanpurkar, autor principal del estudio e investigador de la ASU, señala que «estos hallazgos transmiten quizá el mensaje más alarmante hasta la fecha sobre el impacto del cambio climático en nuestros recursos hídricos».

2014, el año en el que las cosas cambiaron
Los investigadores señalan que durante entre el año 2014 y el 2015, cuando el fenómeno meteorológico de El Niño impactó de lleno en la Tierra. Detallan que durante aquellos años los extremos climáticos comenzaron a acelerarse y los humanos comenzaron a consumir una gran cantidad de aguas subterráneas. Además, 2014 supuso un punto de inflexión, ya que después de 2014, las regiones de desecación pasaron de estar situadas principalmente en el hemisferio sur a estar situadas principalmente en el norte, hecho que podría corresponder al aumento de las sequías extremas en el hemisferio norte y la pérdida de nieve, hielo y permafrost que se ha ido repitiendo.