Las hormigas son unos animales fascinantes. Bajo la apariencia de unos animales pequeños y frágiles se esconde un organismo extremadamente inteligente que posee habilidades sorprendentes. Ahora, un equipo de biólogos de la Universidad de Friburgo ha demostrado que las hormigas tienen una habilidad sorprendente, ya que distinguen, gracias al olor, entre los miembros de su nido y los de otros nidos. De hecho, cada nido de hormigas tiene su propio olor, lo que hace que las hormigas se comporten de forma agresiva hacia los nidos más cercanos. Los investigadores, además, han podido comprobar que las hormigas recuerdan el olor de sus atacantes después de un enfrentamiento entre colonias, y el estudio muestra que son más agresivas cuando se enfrentan a hormigas de colonias que ya conocen y con las cuales han tenido enfrentamientos previos.
La agresividad de las hormigas
Tras la apariencia de animales frágiles -a menudo fomentada por su pequeño tamaño- se esconde un animal que es extremadamente agresivo. Los investigadores pudieron observar que las hormigas se comportan de forma más agresiva con hormigas de nidos desconocidos. De hecho, cuando se encuentran con estas hormigas desconocidas son especialmente propensas a abrir sus mandíbulas y morderlas, o rociar ácido y matarlas, un hecho que, en contrapartida, no ocurre con hormigas que provienen de nidos más alejados del suyo.

El doctor Volker Nehring, investigador asociado del grupo de Biología Evolutiva y Ecología Animal y quien ha encabezado la investigación, explica que el estudio realizado por la Universidad de Friburgo «aporta nuevas pruebas de que las hormigas también aprenden de sus experiencias y pueden guardar rencor». «A menudo tenemos la idea de que los insectos funcionan como robots preprogramados», añade Nehring. En un comunicado oficial, la Universidad de Friburgo explica que Nehring y su equipo impulsarán una nueva investigación para comprobar si las hormigas adaptan sus receptores olfativos a sus experiencias.