El proceso exageradamente rápido de urbanización que viven los territorios de todo el mundo hace que los ecosistemas también deban adaptarse a esta invasión humana. Uno de los ejemplos más claros los encontramos en las plantas las cuales, según un nuevo estudio, alargan su temporada de crecimiento hasta 3 semanas más -en comparación con las zonas rurales- gracias a la luz artificial generada en los entornos urbanos. En total el estudio ha analizado los datos satelitales de 428 centros urbanos del hemisferio norte durante 7 años y se muestra que la luz y la temperatura ejercen de reguladores de la temporada de crecimiento de las plantas.
Uno de los ejemplos que ponen los investigadores es que el aumento de la iluminación y de temperatura que generan las ciudades hace que los árboles broten y florezcan antes en primavera y que cambien de color más tarde en otoño, un hecho que en los entornos rurales no se produce por la ausencia de este calor e iluminación.
Diferencias entre regiones del mundo
Los investigadores concluyen que el inicio de la temporada de crecimiento se produce una media de 12,6 días antes que en entornos rurales y el final se produce 11,2 días después en las ciudades. Entre continentes, sin embargo, se producen diferencias claras, ya que el inicio de la temporada de crecimiento se produce antes en Europa y más tarde en Asia y, en último lugar, en América del Norte.

De hecho, el estudio señala que el efecto de la luz urbana es más intenso en las zonas con veranos secos y climas fríos sin estación seca, aunque el efecto al final de temporada fue más consistente en general en todas las ciudades sin discriminar según el clima. Los investigadores señalan que los resultados «demuestran que la luz artificial nocturna (ALAN) es un factor clave en la dinámica de la vegetación en las ciudades, un factor que se debe considerar durante la gestión y el desarrollo urbanos.»