Un equipo de ingenieros químicos de la Universidad de California – Riverside, en los Estados Unidos, ha anunciado que ha inventado un combustible a prueba de incendios. Tal como explican en un artículo publicado al ‘Journal of the American Chemical Society’, no reacciona a las llamas y solo se enciende si se aplica un corriendo eléctrico, de forma que es mucho más seguro que los que se usan actualmente, especialmente de cara a los accidentes que se pueden producir durante el almacenamiento o el transporte.
El problema de los vapores
Cuando un combustible quema, de hecho, no lo hace el líquido en sí sino las moléculas volátiles que hay encima suyo, es decir, los vapores, que se encienden en contacto con la llama y el oxígeno. Eliminar el oxígeno apaga el fuego muy rápidamente, pero esto es muy difícil de conseguir fuera de un motor. Es por eso que los autores de este estudio pensaron en cómo controlar los vapores para tener la clave de si un combustible quema o no quema en cualquier situación.

Un interruptor para la combustión
Así es como acabaron creando este nuevo combustible, un líquido iónico que es una forma de sal líquida. en el laboratorio, modificaron la fórmula, cambiando el cloro por perclorato, y usaron un mechero para ver si quemaba. No pasó nada. Después, en cambio, le aplicaron una corriente eléctrica y la llama y sí que se encendió, pero se apagaba luego que se paraba el paso de electricidad.
El secreto es que los vapores solo se generan en presencia de corriente eléctrica y, por lo tanto, se puede tener literalmente un interruptor que active y desactive la combustión incluso si la llama es presente todo el rato. Cuanto más alto el voltaje, más gordas las llamas y, por lo tanto, más generación de energía, del mismo modo como funcionaría el acelerador de un vehículo.
Una idea que puede tener mucho de futuro
En teoría, una combustible iónico líquido como este se podría usar en cualquier motor. Sin embargo, antes habrá que resolver unas cuántas preguntas, probarlo en varios tipos de aparatos y también determinar exactamente cuál sería su eficiencia. Una gran ventaja, pero, es que el combustible iónico se puede mezclar con combustible convencional y continúa sin ser inflamable. Habría que ver, pero, cuáles tendrían que ser las proporciones correctas para conseguir el efecto deseado.

