Las obras de restauración del claustro gótico del Real Monasterio de Santes Creus han sacado a la luz un conjunto funerario totalmente insólito. El Departamento de Cultura y la Fundación ”la Caixa” han presentado los hallazgos este lunes.
Los restos funerarios que se han localizado, intactos, en el interior de los sarcófagos de la galería norte del claustro pertenecen a miembros de la nobleza catalana de los siglos XIII y XIV, que estaban enterrados a Santes Creus cuando los reyes Jaume II de Cataluña-Aragón (también conocido como Jaume el justo) y Blanca de Anjou convirtieron el monasterio en un panteón para la realeza catalana.

Seis sarcófagos
Según la heráldica que hay a la decoración frontal y alas cubiertas de los sarcófagos, estos pertenecerían a las familias Cervelló, Cervera, Queralt, Puigvert, Montcada y, de nuevo, Montcada, todas ellas correspondientes a la nobleza mediana-alta catalana, de los siglos XIII y XIV. Los entierros localizados se encuentran en un muy buen estado de conservación, con la excepción de un sepulcro más moderno, que es de donde salieron los últimos restos removidos y el resto de los sarcófagos no se habían abierto desde la última vez que se depositó un difunto y se conservaban intactos, sin profanaciones. Este hecho ha permitido que se hayan podido extraer muestras de tejidos, textiles y restos óseos, que una vez analizados aportarán información muy valiosa sobre los individuos enterrados.

Las obras de restauración del claustro
En cuanto a los trabajos de restauración, estos avanzan según el previsto. Las intervenciones se están llevando a cabo en todos los ámbitos del claustro: las naves laterales, los sepulcros, las crucerías, las vueltas, los pavimentos y el lavatorio. Una de las principales actuaciones durante la primera fase de obras es la eliminación de las humedades a la cubierta de este sector del edificio, que eran el origen de numerosos problemas en forma de humedades, sales solubles y hongos.
El proyecto también incluye la restauración de los menajes y elementos ornamentales, la restauración del lavatorio, el acondicionamiento del patio central, la mejora de la iluminación y toda una serie de excavaciones.
Los trabajos de restauración conviven con la visita pública. Así, mientras duren las obras, el monumento abre con normalidad y las visitas guiadas se adaptan a las circunstancias. A la vez, se ha instalado un cámara y una pantalla en el espacio de restauración de los sarcófagos para permitir a los visitantes ver en directo como se lleva a cabo la restauración del material pétreo.
