Enseñara los loros a hacer videollamadas ayuda a reducir la soledad. Esta es la conclusión de un estudio muy curioso los resultados del cual han estado publicados en ‘Proceedings of the 2023 CHI Conference donde Human Factores in Computing Systems’. El trabajo, en que estos pájaros han aprendido a usar una ‘tablet’ para llamar a otros loros, han demostrado claramente los efectos positivos que tiene en su bienestar.
Los experimentos, en que se daba a los pájaros una ‘tablet’ para que hicieran videollamadas a varios loros, mostraron como su comportamiento social mejoraba y, también, que los loros que llamaban más a los otros pájaros también eran los que recibían más llamadas de los otros. Así, después de más de 1.000 horas de grabaciones de video en un grupo de 18 animales, se vio que los beneficios eran claros.
Un estudio nacido de la pandemia
Teniendo en cuenta como las videollamadas aligeraron la soledad de muchísimas personas durante la pandemia, los investigadores quisieron ver si los loros también se podían beneficiar del mismo sistema, dándoles la oportunidad de llamar a otros loros. Al fin y al cabo, en estado salvaje estos animales viven en grandes grupos mientras que, cuando son mascotas, están solos o con pocos compañeros, cosa que los produce problemas psicológicos que se manifiestan en comportamientos autolesivos como, por ejemplo, arrancarse las plumas. Al parecer, las videollamadas pueden llegar a reproducir algunos de los beneficios sociales de vivir en comunidad.
Los loros sabían que interactuaban con otros loros
Los pájaros primero aprendieron a tocar una campana y después tocar una fotografía de otro pájaro a la pantalla para activar la llamada, con la ayuda de sus propietarios. En total, se hicieron 147 llamadas mientras sus amos tomaban notas de su comportamiento y, después, los científicos revisaban los videos grabados. Por el que se observó, parece claro que los loros eran conscientes que interactuaban con otros pájaros porque su comportamiento era igual que si estuvieran interactuando en persona, cantando, jugando e incluso enseñándose los juguetes que tenían.
