La Primera y la Segunda Guerra Mundial fueron dos conflictos que dejaron a Europa y sus naciones envueltas en la oscuridad y las ruinas. Bajo las ciudades nuevamente levantadas siguen existiendo vestigios del conflicto a gran escala y uno de estos vestigios ha sido el gran botín que un equipo de obreros que realizaban reparaciones en una de las calles de la zona encontró mientras trabajaban. En total, se han podido desenterrar cerca del Instituto de Arqueología de la Universidad de Breslavia, al sur de Polonia, más de 50 cascos militares, tanto de la Primera Guerra Mundial como de la Segunda Guerra Mundial.
En un comunicado de la Universidad de Breslavia los investigadores señalan que el hallazgo de estos cascos militares puede aportar información de gran valor sobre el papel que jugó la ciudad en el pasado. De momento, y tal como ha declarado el Instituto de Arqueología de la Universidad de Breslavia, los cascos pasarán al Conservador de Monumentos del Voivodato de Baja Silesia, quien se encargará de decidir el futuro de este preciado botín de la Gran Guerra y de la Segunda Guerra Mundial y decidirá cuáles son las medidas para preservarlos y poder exhibirlos en público.
Un botín diverso
Los investigadores señalan que la gran mayoría de los cascos encontrados eran alemanes. Concretamente, la gran mayoría de cascos encontrados corresponden al modelo M35 y M42 -hechos de acero grueso y resistente-, dos modelos que fueron utilizados por el ejército alemán tanto antes como durante la Segunda Guerra Mundial. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que estos cascos corresponderían a una sección del 8º Batallón de Señales del ejército alemán de ocupación, una fuerza militar que fue el ocupante nazi de Breslavia. Además, también se encontraron dos cascos M38 Luftschutz bautizados como “Gladiator” o casco de gladiador, fabricados con acero y con una pantalla frontal para la protección durante los bombardeos, un casco polaco W31 y un casco soviético SSz36. A pesar de que todos los cascos pertenecían a ejércitos regulares de los contingentes los investigadores explican que la disposición en la cual se han encontrado los cascos, de forma alineada y ordenada, podría indicar que ninguno de los cascos se utilizó en combate.

Aunque estos cascos no indican que se entrara en combate cabe destacar que la ciudad de Breslavia sí fue un punto en el que hubo una gran batalla. En el año 1944 los nazis obligaron a la población civil de la ciudad a que se marcharan antes del mes de enero de 1945. La ciudad solo quedó ‘habitada’ por los militares alemanes y la ofensiva soviética sobre la ciudad llegaría a los pocos días. Las fuerzas de la URSS establecieron un sitio sobre la ciudad durante semanas y el 6 de mayo, después de unas 60.000 bajas soviéticas y más de 6.000 nazis muertos. A pesar de la orden de dejar la ciudad desierta las bajas civiles se cuentan en miles y se estima que cerca de 80.000 civiles perdieron la vida durante la liberación de la ciudad por parte de los soviéticos.

