Un equipo de investigadores ha descubierto los fósiles casi intactos de una tortuga marina de hace unos 150 millones de años, durante el periodo Jurásico. Se trata de un ejemplar de la especie ‘Solnhofia parsonsi’ que vivió en el mar tropical de poca profundidad que cubría el actual Europa y, tal como explica un equipo de investigadores en ‘PLOS One’, gracias a él por primera vez se han podido conocer qué eran la forma y la estructura de sus extremidades.
Un animal mucho diferente a las tortugas marinas actuales
Si las tortugas marinas actuales tienen patas que parecen aletas y que los permiten nadar por el océano, la ‘Solnhofia parsonsi’ las tenía más redondeadas y cortas, cosa que corresponde a la idea que vivía en aguas poco profundas. A pesar de que la especie fue descubierta en los años 70 del siglo pasado, este ejemplar es «el mejor conservado» que se ha encontrado nunca, siendo el primero que conserva el cráneo, el caparazón y las cuatro patas concretas.

Un jefe enorme, probablemente para alimentarse de presas con caparazones duros
destaca, precisamente, su jefe, que media unos 10 centímetros de longitud de los 30 que hacía la tortuga del morro a la cola. Según los investigadores, este cráneo tan gordo debía de haberle servir para masticar los caparazones de los crustáceos y moluscos de que se alimentaba, si bien no hay pruebas directas de su dieta.
El cráneo, de hecho, fue el que permitió describir la especie en 1975 a partir de dos ejemplares encontrados a las actuales Baviera y Suiza. Desde entonces, se han ido encontrando más esqueletos parciales que han permitido aprender más cosas y, el 2000, se encontró un de mucho más completo, pero no tanto como el que ha sido examinado ahora, a pesar de que fue descubierto el 2014 de una cantera de roca calcárea del sudeste de Alemania que, desde hace 20 años, es considerado uno de los yacimientos más importantes del mundo del Jurásico, con restos de animales tanto marinos como terrestres.
Muchos de estos animales todavía no han sido estudiados y descritos, y es posible que, durante los próximos años, se pueda ampliar mucho nuestro conocimiento sobre los animales de todo tipo que coexistían en aquel ecosistema hace millones de años.

